Joseph Cáceres

"Cuidate bien de la yerba mansa, que de la brava me cuido yo"

Rafely Rosario dijo en el programa de Jatnna Tavárez una verdad de templo, que debería ser asimilada por todos los jóvenes y la gente que busca hacer camino en el arte. Cuando en el programa se le cuestionó sobre los problemas que ha confrontado en sus primeros años de carrera dijo lo siguiente:
"Hay enemigos silentes que cuando ven que estás teniendo un tipo de éxito, sacan su verdadera cara,  te ven superarte un poco, sacar la cabeza, echar para adelante, ven algo que no les gusta ver, entonces por eso dicen cosas e inventan".
Ese es el medio, Rafaely...Y es bueno que muy a tiempo ya comprendas los rejuegos que se dan en el mismo.
La llamada farándula, estigmatizada desde el orígen del teatro en la época de las vendimias griegas con la aparición con los arlequines, cómicos y charlatanes entretenedores de la realeza, se define como profesión de farsantes,  en el que medra gente simuladora y mendáz, que no se apega a valores ni a principios, aún cuando hayan excepciones honrosas que son las que le confieren carácter, singularidad  y confirman la regla.
Esos "enemigos silentes" de los cuales hablas son los peores, porque pueden estar al lado tuyo, no los ve y  de ellos no te cuidas, siendo los que a veces con mayor rigor te golpean y tratan de dañarte.
Pero recuerda que no hay mayor pérdida de tiempo que fundamentar tu vida basándote en lo que puedan los demás pensar de tí. Ya se ha dicho: "Lo importante no es lo que los demás piensen de tí, sino lo que tú pienses de tí mismo."
No se deben aceptar todas las opiniones negativas que alguna gente pueda externar. Hay que aprender a blindarse contra las críticas infundadas, las cuales abundan en el "mercadillo de pulgas" y en las tiendas faranduleras que venden "ropa de paca".
Lo importante es que muchos han visto en tí las condiciones para ser uno de los exponentes de relevo en el merengue, aunque te ha tocado en una época difícil, donde hacer una figura artística verdadera cuesta mucho dinero.
Cuando hablamos de figura artística verdadera, obviamente procuramos excindir el concepto de las  "pasajeras" que surgen a cada momento, fabricadas por las computadoras y el internet, sin ninguna valoración artística y profesional,  que tienen un carácter desechable, y que al cabo de su uso por la gente terminan en el canasto del "trash" o como el preservativo que luego de usado se lanza al pozo del inodoro y que se descarta dándole a la palanquita del descargue de agua.