Cuídese usted de tener al lado de su casa o negocio una de esas vallas gigantes que usan las empresas publicitarias para anunciar productos, eventos o servicios. Son uno de los peores peligros públicos a que se puede usted exponer, junto a sus familiares y propiedades. Vean ésta que cayó en el Winston Churchill por los vientos del lejano huracán Sandy. Muchas de esas vallas carecen de mantenimiento. No son supervisadas y con el tiempo se van corroyendo, amenazando su entorno. La paradoja es, tantos políticos que las alquilan en campaña, sin importarle la suerte de la gente que vive en su entorno. Gente a la que procuran convencer de que voten por ellos. Solo que voten... nada de preocuparse por la seguridad social ni su bienestar.
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MI MADRE
ResponderEliminarAhora si hace falta el anonimo que dice oh mai ga, donde esta?
ResponderEliminarParece donde estaba FONDUE se pronuncia FONDIÚ como de fondiyú.
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