¡HEY! COJAN ESTO COMO UN MANUAL

Lo bueno, lo malo y lo feo, de las notas de prensa y las ruedas de prensa

LO BUENO

Con la convocatoria a una rueda de prensa, se le da formalidad a cualquier evento o actividad, pues se reúne en un lugar a todos los medios, y al mismo tiempo se le da oportunidad de preguntar y hacer cuestionamientos tanto sobre el propósito del encuentro, como de otros asuntos colaterales, que a veces nada tienen que ver con el tema principalde la reunión.

Se evitan las quejas de que a un medio se le dio la exclusiva, y  que a los demás se les trata como plato de segunda mesa.

Las ruedas de prensa son más prácticas que hacer un mediatour por los diferentes periódicos o programas, que abarcarían mucho tiempo.

Permiten además la proyección de audiovisuales y a veces de actuaciones de un artista presentando su nuevo producto.

Son lugares propicios para juntar a los comunicadores del espectáculo, los locutores y programadores de la radio, y figuras de la televisión.

LO MALO

Incluir en notas que, deben ser informativas, adjetivos exaltando cualidades, condiciones, créditos y méritos exagerados, que en todo caso debe corresponder al crítico externarlos, y no al representante, encargado de prensa o relacionista público de un artista, programa de televisión o espectáculo. Ningún periodista ni medio que se respete, reproduce una nota de prensa, donde se dice de un artista o "show" que es una "mega estrella" o que el espectáculo será "grandioso", "apoteósico", "extraordinario", "nunca visto", porque ello se traduce en propaganda barata, vacía, sin fundamento, con la que se ofende la inteligencia de los medios, a los cuales se les relega con ello al simple papel de "preservativos profiláticos".

Aprovechar una nota que debería ser para informar de un solo hecho o acontecimiento, para introducir "morcilla". Es decir, alargarla con temas y asuntos que la sacan de contexto, cuando debería concentrarse en la idea central de lo que se quiere dar a conocer.

Permitir que asistentes que no son periodistas participen en las secciones de preguntas y respuestas, usurpando funciones. A veces son simples fanáticos que quieren guardar un recuerdo con un artista, a los cuales graban con sus celulares. Como también pueda tratarse de un infiltrado y enganchado, de esos que formulan preguntas disparatadas y sin fundamento, con lo cual comprometen la imagen de los verdaderos periodistas, pues cuando se trata de ruedas de prensa con artistas internacionales, estos se llevan una mala impresión de la prensa dominicana, pues no saben distinguir entre mansos y cimarrones.

Aquello de "no lo publiques", hasta que yo no te avise. Y viene otro y se te va alante.

La expresión infame que se incluye en las notas de prensa es la expresión de "para publicación inmediata", como si se hiciera obligatorio publicarla. En la mayoría de los casos, las notas de prensa no informan ningún acontecimiento o hecho noticioso. Sencillamente lo que traen es propaganda. Y como de eso se trata, el medio que la recibe tiene el derecho a publicarla cuando le plazca. Es una atribución que compete al periodista editor de la página y al mismo medio. Las páginas de los medios escritos, cada vez más limitadas y reducidas en secciones como la de espectáculos, en la mayoría de los periódicos no tienen espacio para tantas notas de propaganda que se reciben diariamente, y por eso hay algunas que aparecen luego de una semana del coctel o rueda de prensa. Por lo demás, el que quiera "publicación inmediata", que compre un espacio, aprovechando hasta algún descuento que le hagan.

Obligar a los medios, a que sólo hagan una sesión de fotos posadas por algunos minutos, pretendiendo que a partir de ahí no se tomen más fotografías ni se grabe.

LO FEO

Tratar de seducir a los medios que se convoca con ofrecimientos que caen en el terreno del mal gusto, como la coletilla de "habrá brindis y picadera". Lo que se vaya a brindar no hay que anunciarlo. Debe ser parte de un protocolo sorpresa. Tampoco es correcto disfrazar la misma oferta con la expresión de "open bar", de tal a cual hora, como se usa en Nueva York.

Las convocatorias a la prensa  donde se anuncian eventos infantiles, no se debe tratar a los invitados como si fuesen niños y limitar las atenciones solo refrescos y cocteles de "señoritas" con el argumento de que se trata de un "espectáculo infantil", y ni siquiera una copa de vino aparece para alguien que la desee. Esa actitud de algunos promotores de espectáculos infantiles es una ridiculez, que en el fondo esconde el propósito de economizarse unos pesos por pura tacañería. 

Las ruedas de prensa de eventos de representantes de la Iglesia Católica, donde tampoco ni un vinito aparece, como si "el néctar de los  dioses"fuera una bebida pecaminosa, contrariando las sagradas escrituras en las que como se sabe Jesucristo bebió vino, imponiendo en la liturgia un ritual milenario, en que los sacerdotes, representantes de Dios en la tierra, toman vino en misa, simbolizando "la sangre de Cristo" derramada, pero se la beben.

Los artistas, promotores, managers, empresarios que engañan a los medios y a los periodistas, dándoles algunas informaciones en notas que envían dizque "de primicia", o "exclusivo", y cuando usted viene a ver, ya hasta otro la ha publicado. Con ello hacen que algunos medios hagan un papel ridículo, pues se ponen a anunciar "primicias" o dicen que una noticia es "exclusiva", y todos se ríen de ello.

Invitar a un periodista a una cena, en un restaurante o en la casa, y en medio de la comida, hacerle una petición a "quemarropa", haciendo ver que las atenciones que se ofrecen tienen un fin interesado que raya en un grosero intercambio de comida por noticias.

Invitar a un encuentro de prensa donde los convocantes beben vinos de crianza, whisky de 12 años, mientras a los periodistas lo único que les ofrecen es ron "lavagallo", de un barcito de promoción de una casa licorera, o una bebida energizante, en el bar de las "saludables" muchachas que promueven el 9/11.

Querer obligar a los periodistas a que no pregunten sobre determinados temas a los artistas. Esto es una insolencia de algunos managers y promotores. Si el artista no quiere hablar sobre un tema, está en todo su derecho a no hacerlo cuando se le formula una pregunta. Pero no hacer una imposición de antemano para amarrar y mediatizar a los comunicadores, porque con ello lo que se hace es imponer una censura previa.