Joseph Cáceres

La gran sensación de Paris, la ciudad eterna, es una discoteca de música dominicana que opera desde una embarcación situada sobre el río Sena.

Una verdadera atracción para los franceses y los latinos que abarrotan el lugar en busca de alegría y diversión.

Parece mentira, que siendo República Dominicana, la cuna del merengue, pocos son los lugares de ambiente que se puede decir cuentan con una asistencia masiva de público.

Y en la capital, apenas el Jet Set los lunes presenta actividad apreciable.

Mientras tanto, en Paris el ambiente bullunguero y alegre que se vive en Nix Nox, como se denomina la discoteca flotante, es sencillamente espectacular.

No importa que en esta temporada haga frío. En Nix Nox las noches se calientan, y mucho más si aparece una botella de Brugal, que como todos conocen es el ron más vendido en Europa.

Es un "con tó" lo que ofrece el lugar, pues lo mismo se puede disfrutar de las bachatas de El Torito, Zacarías Ferreiras, Frank Reyes, que los merengues de Juan Luis Guerra, pero también los de Omega, y la salsa, que no puede faltar, como parte de la diversidad de la oferta que tiene el novedoso establecimiento.

Y como si fuera poco, también tiene presencia la música urbana, aderezada con las tremendas mujeres, francesas y latinas, que visitan el  sitio.

Ni en Santo Domingo se encuentra tanto ambiente como en Nix Nox.

Pero, cómo surgió este negocio.? Fue idea de algún dominicano?. No ombe no, los dominicanos siempre están atrás, como el "muffler", dejando que otros sean los que se aprovechen de su música y de todo lo bueno que tiene el país.

Quien ideó esa discoteca fue Sabastián Guyot, un joven francés que estuvo de visita en la República Dominicana, nada menos que como turista en la zona de Boca chica, y ahí se contagió con unas morenas que lo pusieron a bailar, bachata, merengue y "dembow", lo montaron en un tubo, y se lo llevaron para La Matica.

El tipo quedó loco,  y cuando regresó a París, decidió montar una discoteca de música dominicana.

Para ello alquiló un barco por la suma de 20 mil euros mensuales, que tiene que pagar "truene, llueva y ventee".

Pero con la alta concurrencia que acude a sus fiestas, le da para eso y más.

Hace seis años cuando empezó el proyecto, escribimos sobre el mismo, al visitar el lugar en un viaje que hicimos a Europa.

No pensábamos que iba a desarrollar a los niveles en que se encuentra ahora.

Lo más interesante de todo, es que Sabastián proyecta su discoteca con un mapa y una bandera dominicana, y con orgullo incluye el letrero de 100% Dominicana.

A la discoteca acude gente de diferentes países de América Latina, pero predominan los europeos, vaya usted a ver.

Y las francesas se manifiestan tan interesadas por nuestra música, que hasta se ha buscado a un profesor de baile oriundo de Los Minas en Santo Domingo, que los fines de semana le da clases de baile de bachata y merengue a 400 estudiantes.

Lo que es la vida...Mientras en Santo Domingo muchos se lamentan de "la crisis del merengue", en el mismo corazón de París, sobre el Sena, el ritmo atrae centenares de personas, en su mayoría extranjeros, que lo disfrutan acompañado de bachata, dembow y el mambo violento de la calle.

Hasta Charles Baudelaire, el bohemio "poeta maldito" de París, que no salía de los prostíbulos del Barrio Latino, estuviera vacilando en ese barco de música dominicana, si estuviera vivo.