jueves, 11 de octubre de 2012

¡QUE VERGUENZA!


La Policía Nacional mantuvo por muchos años un cuartel al lado de Radiotelevisión Dominicana, el cual fue demolido para dar paso a la construcción del local de una escuela artesanal que se levanta en el mismo lugar donde estaba la casa de Petán Trujillo. 
No se sabe a quién se le ocurrió la idea de levantar esta caseta, dizque provisional, en la Tejada Florentino casi esquina Tunti Cáceres, para alojar el destacamento. 
Véanla, con banderas, el escudo nacional y el de la policía. Sólo falta colgar un racimo de guineo, cuatro manzanas, o colocar una batea con tostones, piezas de pollo y salami frito, para que sea el tarantín de un buhonero o una fritanga, de las tantas que hay en el barrio de Villa Consuelo. 
Extraño ha sido que los buhoneros de Villacón no han protestado, alegando que ese es un "tarantín oficial", que le haría una competencia desleal al ser atendido por policías armados. 
Por suerte el diario Hoy escribió un reportaje sobre esta barbaridad y el presidente Danilo Medina ordenó que se construya un edificio de tres plantas en la zona para alojar el destacamento. Ahora bien, como uno no "se chupa el dedo gordo del pie" derecho para creer que el alojar un destacamento policial en este kiosko no ha sido una manera de llamar la atención. 
Eso se hizo a propósito, "apota" como dicen los cibaeños, porque era seguro que un tarantín así, hasta obstruyendo el paso por la acera, iba a generar una controversia. De todas maneras se logró el propósito de que se construya un local digno. 
Y si lo mismo se hiciera con los destacamentos que hay en algunos pueblos y carreteras, sería mucho lo que se avanzaría por lo menos en esa materia.
Es penoso ver donde operan los policías en destacamentos y puestos de los pueblos. 
Se le exige mucho a la policía, cuyos miembros devengan salarios de miseria y trabajan en pésimas condiciones. Todo el mundo quiere que "le protegan" contra la delincuencia, que los policías arriesguen su vida en la lucha contra los bandidos, pero no se hace nada por protegerlos a ellos, mejorando sus salarios, condiciones de vida, y dotándolo de lo necesario para que puedan trabajar con mayor dignidad.
Muchos de los se roban el dinero del pueblo, son los primeros que piden protección para su familia y sus bienes. Son los que usan agentes de la policía para sus asuntos personales. Con una parte de lo que sustraen, se pudieran construir destacamentos dignos en todo el país y sobra dinero...

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NIURKA BAEZ,
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