Joseph Cáceres

MATEO AQUINO FEBRILLET

RUGIO COMO LEON Y HUYÓ COMO RATON...

A uno al que hay que hacerle una visita de cortesía es al rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, Mateo Aquino Febrillet, quien definitivamente ha actuado como el viejo dicho de que "rugió como un león, y salió huyendo como un ratón".

De otra manera no se explica el que luego de haber dictaminado medidas disciplinarias contra un grupo de estudiantes que en el mes de julio cometieron hechos vandálicos, destruyendo instalaciones de la universidad, y provocando un caos de tal magnitud, que fue necesario llamar a la Policía Nacional para imponer el orden, ahora dé marcha atrás. El grupo de antisociales que fue expulsado de la universidad, ahora vuelven.

Porque el rector decidió perdonarlos, para que sigan cometiendo las tropelías de siempre.

Qué pena que este rector sea tan falta de carácter, tan pusilánime y tan cobarde, que se deja tumbar el pulso de gente que no vale la pena, que medran en la más antigua universidad del Nuevo Mundo, gracias a los impuestos que todos pagamos.

Ojalá Jason le haga una visita a Febrillet, y le corte por donde es...

EL TORBELLINO DE ALFONSO RODRIGUEZ

El productor de cine Alfonso Rodríguez cumplió su palabra de que iba a buscar y le iba a caer a batazos a los piratas de películas. 

Así lo hizo en el día de hoy. Junto con Archi López montó un operativo en Bonao, La Vega y Santiago, para perseguir a quienes ya piratearon "Feo de Día, Lindo de Noche". Como las autoridades no hacen nada para detener la piratería, decidió tomar la justifica con sus manos, y al encontrarse con vendedores en la Avenida Estrella Sadhalá con Bartolomé Colón, de Santiago, "le entró a dos manos" y los llevó detenidos al Comando Cibao Central de la Policía. ¡Oh!. Y ahora el Ministerio Público y la Policía han reprochado su proceder, y andan dizque buscando a Alfonso dizque para detenerlo. ¡Qué falta de verguenza la de este Ministerio Público criollo y esta policía de pacotilla. Como no hacen nada para frenar a los piratas, les molesta que otro lo haga y ponga en evidencia su ineficiencia!. Pero buenísimo que le pase a Alfonso, porque él más que nadie debe saber que en este país todos los actos delincuenciales, incluyendo el narcotráfico, tienen como cómplices a policías y a las mismas autoridades, entre ellas las judiciales.

Por ello en vez de actuar en contra de los piratas, se enceban contra quienes los combaten.

Si se averiguaba bien, de seguro que aparecerán ciertos oficiales metidos en el negocio de la piratería. Si están en el narcotráfico, lo de la piratería es una "chivatería".

LA POSICION DE UN GRUPO DE ALCAHUETES

Los más horrendos crímenes y las delitos más crueles y violentos, los encabezan los denominados "menores de edad" 

LOS CHARLATANES

Líbrese usted de que un muchacho sea el que lo atraque o le asalte para quitarle hasta un celular. Aún usted se lo entregue, le entran a "tiros", porque quieren disfrutar la sensación de matar, y lo hacen sin perdón ni piedad, diferente a los delincuentes de mayor edad que cuando obtienen lo que desean, en la mayoría de los casos, no maltratan a la víctima. Los muchachos le pisan con un pie la cabeza sobre el piso, y se la desbaratan a tiros, porque ya están dañados, están en los vicios, y saben que después de su acción abobinable no les van a condenar y a lo más que pueden llegar es a una correccional de donde es muy fácil escapar para seguir en el mal. Una parte importante de la sociedad está empeñada en que la penalidad, y las acciones ejemplarizadoras, sean más severas.

Pero hay un grupo de alcahuetes, que se oponen al endurecimiento de las penas contra los menores que delinquen.

Entre ellos jueces y algunos denominados "expertos", a los que vamos a mencionar por sus nombres, como es el caso de Juan Aníbal Rodríguez Fernández, Francisco Pérez Lora, Leonora Martínez Conde, Ara Gena Martínez, y Eric Gómez.

Bueno sería que recibieran la visita de un grupo de amiguitos delincuentes juveniles que les violen a sus hijas y hasta los violen a ellos, y que alguno hasta sea degollado, aunque no haya puesto resistencia.

De seguro que entonces, otro sería el sonido de sus campanas.

¡Partida de charlatanes!