Joseph Cáceres

Socrates "Choco" de León un verdadero saxo alto

Por Juan Colón

Nacido en la ciudad de San Juan de la Maguana, donde inició sus estudios bajo orientaciones de su padre don Chelo de León, como cariñosamente le llamaban sus allegados.

Choco de León se traslada a la capital donde alcanza importantes logros musicales al trabajar con los mejores directores del momento: Papa Molina, Antonio Morel, Rafael Solano, Bienvenido Bustamante, entre otros.

Desde joven mostró mucha inclinación hacia la improvisación. Comenzó a escuchar música junto a un grupo selecto de músicos que se deleitaban con la apreciación del jazz a través de amigos y de las poquísimas emisoras que se podía escuchar.

Alrededor del año 1963 emigra a la ciudad de Caracas, Capital de Venezuela, donde tocó con Billo Frómeta y su Orquesta, Porfirio Jiménez, y varios líderes venezolanos entre ellos el gran Ardemaro Romero.

Logró una posición de gran prestigio como “altoísta” líder para tocar en Bandas y grupos de todo tipo de combinaciones. Dotado de un sonido muy especial, aprendido mientras escuchaba múltiples discos y al famoso saxofonista estadounidense Paul Desmond.

En una ocasión, tocaba una fiesta con Ardemaro Romero, la contraparte era un grupo de jazz, Cannoball Adderley y su Quinteto, mientras De León ejecutaba un solo, era observado muy de cerca por Cannoball, muy lejos tenía que era observado por este gran saxofonista. Al terminar, Choco fue congratulado por él y cuán grande fue su sorpresa al percatarse de que uno de sus grandes ídolos le estuvo escuchando.

Mientras el grupo permaneció en Venezuela, Choco se hizo el anfitrión del jazzista, hasta llevarlo a su casa por un mes. Ahí logró aprender uno de los secretos más hermosos para lograr un sonido con proyección y apto para dominar una cuerda.

Establecieron una estrecha amistad, al punto de que el día antes del jazzista retornar a Estados Unidos le regaló su boquilla personal.

Por corto tiempo, trabajó en New York, hasta que finalmente retornó a Santo Domingo a principios de los años 70, cuando pasó a formar parte de la agrupación Los Caballeros Montecarlo, dirigida por Bienvenido Bustamante y luego por Jorge Taveras.

Su sonido fue su gran pasaporte al éxito, de una técnica impresionante, lectura a primera vista, y un sonido propio de los grandes saxo altos americanos.

Como artista independiente grabó Los Merengues del Jefe, instrumentales y muchos otros trabajos con diferentes artistas nuestros. También realizó la grabación del concierto para saxofón del laureado Bienvenido Bastamente con la Orquesta Sinfónica Nacional.

Trabajó en la TV por muchos años con Jorge Taveras. No creo haber escuchado hasta nuestros días un sonido y una expresión con sus características. Un verdadero primer alto en todo el sentido de la palabra.

Abrazos desde el fondo de mi alma.

Mi eterna gratitud, Choco, por haberme permitido caminar a tu lado por mucho tiempo,

¡Salud desde aquí le pido para ti al Creador del Universo!!