Joseph Cáceres

A propósito de la discriminación contra la bachata

A propósito de la discriminación contra la bachata
Lo que dice Zacarías Ferreira de que todavía existe discriminación contra la bachata, es muy cierto.
Lo contratan para actividades de los clubes sociales, pero quiere que en vez de hacer los temas a ritmo de bachata, los interprete a ritmo de bolero. ¡Qué bárbaros!. Discriminando un género musical criollo que le está dando la vuelta al mundo, más que el merengue, porque Romeo, Juan Luis, Prince Royce con lo que más se destacan es con bachata, y con ese género es que se llevan los grandes premios internacionales mundiales, y llenan los más grandes escenarios del mundo.
Al Torito, por ejemplo, algunos de esos clubes lo contratan, con la condición de que sólo toque merengue, pero cuando el ambiente está "encendido", y los hijitos de los ricos comienzan a reclamar que toque bachata, no hay de otra. Así se cuelan las bachatitas de El Torito en esos ambientes. Practicamente "a la fuerza". Vea usted como es la vaina...
Pero tiene que ser aquí, donde se desprecie esa música, a nivel de la gente más rancia de la aristocracia, como el Country Club,  por ejemplo, que es una de las entidades más racistas que existen en el país, donde discriminan a la gente por su color, más que nada, porque por falta de dinero no es.
Un ejemplo vivo es Sammy Sosa, con más dinero que muchos de los socios del club, y sin embargo, en su momento lo "rebotaron" por negro y "sin clase", según ellos.
Con la bachata es que el país musicalmente se está proyectando en el mundo, y paradojicamente en su país de orígen es donde se le discrimina en algunos sectores sociales, que la consideran una expresión de gente barata, sin clase, música de guardias, de mal gusto, sin valoración alguna de ningún tipo.
Y pensar que 75 años atrás, la rancia sociedad de la época, asumía la misma actitud contra el merengue, y tuvo que venir Trujillo a imponerlo, posibilitando su entrada a los salones de los clubes sociales con la orquesta de Don Luis Alberti.
Claro, se trataba de Trujillo, un dictador malo hasta la médula, pero que entre las cosas buenas que tuvo, fue la de coger a la rancia sociedad como papel sanitario y limpiarse con ella.