EL CONFLICTO POR EL NOMBRE DEL PREMIO

De manera extraoficial nos hemos enterado que pudiera encenderse una luz al otro lado del tunel. 
Pero dicen que se está procurando una reunión entre las partes en conflicto tratando en lo posible de resolver de otra manera el impasse, pues las consecuencias de la situación que se ha generado van más allá de lo que pudieran algunos pensar.
De hecho nos enteramos de una reunión que se produjo de los ejecutivos brasileños que compraron la mayoría de las acciones del Cervecería con los familiares de Casandra que se habían mantenido al margen del conflicto, pero que de manera sensata, han procurado dar la cara para conocer la situación de primer plano.
Tras la primera audiciencia del tribunal apoderado se ha pedido otro encuentro, que ojalá dé como resultado una solución integral a los problemas que se han planteado, y de lo cual salga todo el mundo beneficiado.
Incluyendo Acroarte, que aún cuando ha tenido, por un tema de patrocinio del premio, que medrar bajo la "capa" de la Cervecería, pudiera resultar ampliamente beneficiada de cualquier acuerdo a que se llegue.
No hay que olvidar el hecho de que en la parte inicial de la disputa se pedía que el 50 por ciento de los beneficios de la comercialización del premio Casandra fueron entregados a Acroarte, para el desarrollo de actividades en beneficio de sus miembros.
Diez millones para Acroarte después de cada premio no es una suma que se pueda desdeñar en una entidad que ha estado "atajando para que otro enlace" con su premio.
Sólo que "el humo" que han generado las llamas del conflicto no ha permitido ver esta parte, y se ha querido focalizar el tema solo en una discusión de dos partes: La Familia Casandra y Cervecería.
Sería bueno que recordar la sabia sentencia que reza que no debemos permitir que las ramas nos impidan ver el bosque.