sábado, 10 de noviembre de 2012


El arte de estar muerto y no darse cuenta...


Dicen que no se puede mencionar soga en casa de ahorcado, pero lo que está sucediendo con los establecimientos que ofrecen bailes  donde no se cobra la entrada, pero que venden a sobreprecio la bebida, y hasta exigen un consumo mínimo, en nada se compara al daño que algunos, y algunas, exponentes del género urbano se hacen.
Cuando se anuncia un "show" con algunas, y algunos, de los intérpretes de la música urbana, en discotecas de categoría, acontece que la gente no quiere pagar el precio de la taquilla porque, con justificada razón, dicen que esos artistas ya han recorrido todos los "car wash" y bares de mala muerte, haciendo presentaciones  donde cobran hasta 15 mil pesos, lo que les permite a los contratantes ofrecerlos de manera gratuita para sus clientes.
Nadie quiere ir a pagar 800 y 900 pesos por un show de un artista urbano que lo han presentado de manera gratuita en un lavadero, donde hasta sancocho gratis dan de madrugada.
Y el que abarata su imagen, dificilmente luego puede pretender que le paguen lo que piensa que vale.
Con ello le hacen un daño al negocio y se hacen un daño ellos mismos.
Luego no quieren que de esto se hable, pero esa es la realidad.
El negocio de la música y el espectáculo es más complejo de lo que muchos piensan, pues siempre lo ven todo muy fácil.
Un sólo ejemplo ilustra las complejidades de las que hablamos.
Cuántos cantantes de piano bar, de hoteles turísticos, que se ganan la vida como entretenedores, han podido escalar y dar el salto para convertirse en figuras aceptadas por el gran público y hacer nombre?.
Por lo menos, los pocos que están en el medio (Wason, Pavel, Anthony), por solo citar estos tres casos (aunque tampoco es que hay muchos), surgieron de un piano bar.
Cierto es que la necesidad, como dicen, tiene "cara de hereje", pero si nos fijamos en los intentos que se han hecho de lanzar como figuras a cantantes del Merengue Bar del hotel Jaragua, del Hotel Lina, y de los hoteles del Norte y del Este, veremos que difícilmente  se puede encontrar uno.
Lamentablemente todos mueren en el intento, aunque hay algunos que murieron y no se han dado cuenta.

4 comentarios:

  1. "El que abarata su imagen, dificilmente luego puede pretender que le paguen lo que piensa que vale" esta frase hay que canonizarla y ponerla en un altar para que muchas la adoren.

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  2. Cesar Calderon desde Santiago10 de noviembre de 2012, 19:59

    La unica que han andado todos los lavaderos de santiago es la materialista, milka y la melmelada, esa son las que se tienen que poner el sombrero.

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  3. Eso en Santiago, y en el resto del pais? Van a faltar sombreros para tanta gente?

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  4. bueno usted deveria ser mas general en ese articulo porque aqui en new york los merengueros y bachateros se presentan en restaurantes,pequellos bars,hasta en carritos de hot dog.. att willy nyc

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