LA NOTICIA Y SU PESPUNTE

SANTIAGO.- El histórico Hotel Mercedes de Santiago construido en el 1928 en la Calle 30 de Marzo de esta ciudad, cumple 37 años cerrado luego que sus antiguos propietarios, los Hermanos Robledos, vendieron el inmueble a la Sociedad Mobiliaria Vizcaya CXA.

Hasta ahora ningún inversionista se ha interesado por reabrir este establecimiento, considerado como uno de los mejores hoteles de la República Dominicana.
La obra, construida por el ingeniero Civil, Romualdo García Veras para los hermanos españoles Gabriel y Francisco Robledos presenta actualmente un avanzado estado de deterioro causado por el paso de los años.

El historiador santiagués Edwin Espinal Hernández lamentó que una obra histórica y turística se esté perdiendo por la falta de inversionistas interesados en ponerla nuevamente en funcionamiento.

"Ësta estructura incluso podría abrirse otra vez como un hotel boutique, pero rememorando la época de su construcción, con vestuario de la época, música de la época, comida de la época y ambientación de la época", expresó Espinal.

El Hotel Mercedes sirvió como hospedaje de las principales personalidades políticas del pasado siglo y además fue el lugar donde el expresidente Joaquín Balaguer celebró su graduación como abogado, junto a otros colegas de la época.

El  es una reliquia que sigue siendo uno de los monumentos estructurales que identifica la ciudad.

Levantado en la Calle 30 de Marzo esquina Máximo Gómez, este hotel fue inaugurado el primero de diciembre de 1929. En esa época era el más elegante, lujoso y confortable que existía en la urbe, al punto de ser considerado el mejor de la República.

Está construido de hormigón armado y su belleza arquitectónica cuenta con elementos muy curiosos en sus cuatro pisos. Su primer nivel tiene tres entradas con una ventana al lado.

La entrada central tiene un arco de medio punto con bordes triples cuya parte superior encierra un tragaluz con vidrios de colores. 

¡Oh si!, porque talvez  lo que quieren es que aún cuando se trata de un edificio comercial privado,  el estado  lo rehabilite,  para que se lo entregue en una negociación leonina a uno de esos que siempre están procurando oportunidades de negocios, haciendo la menor inversión.

Como también se da lo contrario.  Si alguien se interesa en invertir en un inmueble abandonado propiedad del estado, como por ejemplo el hotel Montaña de Jarabacoa, de inmediato surgen quienes se oponen y satanizan la iniciativa.

El Teatro Agua y Luz duerme el sueño eterno, porque  todas las negociaciones que se han hecho para rehabilitarlo han sido consideradas  leoninas y perjudiciales para el estado.

O es que no hay alguien serio que crea con sinceridad en esos proyectos?

Son locales con muchos años abandonados sin que nadie haga nada por ellos. Verdaderas ruinas donde hay la creencia de que habitan seres fantasmagóricos que se oponen a que se intervengan sus moradas.

Es lo que explica que si hay  alguien con deseos manifiestos de hacer una inversión para su rescate,  se presenta  siempre un fantasma  con máscara  Guy Fawkes  que lo espanta.