Joseph Cáceres

Si en este país no hubieran tantos funcionarios corruptos, muchos fueran los inversionistas y las empresas extranjeras que aquí se instalaran.

Ultimamente hay muchos inversionistas venezolanos que han llegado al país huyendo de las políticas del presidente venezolano Hugo  Chávez, como se puede ver en construcciones como Blue Mall, Plaza Sambil, hoteles, urbanizaciones y tiendas de grandes marcas.

Sencillamente le tienen miedo a Hugo Chávez y han tomado la previsión de hacer que su gallina ponga sus huevos en nuestra canasta, que aunque no es muy buena, que digamos, por lo menos les asegura que se rompan menos.

Pudiera ser mayor el ritmo de inversión, pero  hay gente especializada en poner las cosas difícil, que presentan trabas  para poder exigir la "mordida de la boa", que no es otra cosa que el pago de "peaje" que hay que hacer para lograr los permisos y autorizaciones para instalar aquí cualquier empresa o negocio.

Y pensar que en los gobiernos de Leonel Fernández se eliminó el "papeleo" y el "macuteo" para sacar placas, pagar impuestos, sacar mercancías de las aduanas,  renovar las licencias, dándole una nueva fisonomía a las oficinas públicas.

Hay que admitir que desaparecieron los famosos "tributarios" de las oficinas recaudadoras, que venían desde los tiempos de los gobiernos de Joaquín Balaguer, donde se impuso ese estilo que tanto dificultaba las cosas.

Sin embargo, aunque el gobierno de Leonel corrigió esa situación que se estaba dando "abajo", con los de "arriba" al parecer nunca se pudo hacer nada.

Proyectos turísticos se paraban, porque  uno que estaba en el Ministerio de Turismo lo determinaba, por conveniencia, intereses o porque le daba la gana.

Ni que decir de Industria y Comercio, donde de igual manera  se ponía freno a muchos proyectos de inversionistas extranjeros. Hasta síndicos había (o hay?), y miembros de la Sala Capitular, que para aprobar proyectos de bienes raíces, había que sacarle "lo suyo aparte".

Al que no "se ponía de acuerdo" y pagaba, se la ponían difícil y le aplican "el paso de la tortuga" con los permisos.

Y hay gente que no entra en eso,  que se asusta  con los mecanismos de presión y chantaje que se aplican en el país, sin que nadie haga nada, como fue el caso de unos taiwaneses interesados en invertir en plantas de energía eléctrica.

Y no se habla de cheles, sino de millones que hay que pagar "por abajo".

Se llenan la boca hablando de que ofrecen incentivos para los inversionistas, cuando en verdad lo que buscan "incentivar" es el dinero que entra a sus bolsillos, por la izquierda, por la derecha o por abajo.

Se trata de un vicio que nadie ha podido hasta el momento corregir, pues muchos que llegan a una posición de mando, buscan de inmediato "lo suyo".

Vivimos lamentablemente en un país muy contaminado, desde los de arriba , hasta los de abajo, donde todo el mundo quiere "grasa", incluyendo periodistas  que son "aceitados"para escribir, atacar y defender intereses. 

Fijense que no exculpo a nadie…
Hasta algunos curas se ponen "sabrosos", cuando aparece alguien que hace una "donación" generosa, como cierto obispo al que retrataron en una celebración  "non santa" bebiendo vino Casillero del Diablo. ¡Se le olvidó que Satanás es el principal enemigo de Dios!