lunes, 24 de diciembre de 2012



Son realmente gratis?


¿Cuánto le cuesta a usted usar los servicios de redes sociales como Facebook, Twitter, Google+, LinkedIn, Instagram y Pinterest? Si cree que no le cuesta nada porque son gratis, está equivocado.
Aparte del tiempo gastado o invertido, dependiendo del uso, la información personal que tienen esas compañías de cada uno de nosotros, es muy valiosa. 
Cuando sacamos una cuenta y llenamos el formulario de inscripción, divulgamos una gran cantidad de información personal que luego es usada para analizar nuestro comportamiento y patrón de consumo con el fin de mostrarnos anuncios que sean dirigidos específicamente a la persona sentada en el computador (o dispositivo móvil).
Por ejemplo, cada vez que usted hace una búsqueda en Google, a un lado de la pantalla le aparecen anuncios relacionados a lo que usted buscó. Cuando se le da clic al anuncio, la compañía anunciante le paga a Google un monto determinado por una subasta en tiempo real en la que compiten diferentes compañías por la visibilidad del primer espacio. De los casi $8 mil millones de dólares que vendió Google el trimestre pasado, un 94% fue generado por publicidad.
Facebook, que también genera un 85% de sus ingresos por publicidad, le muestra a los usuarios anuncios de acuerdo a las características del producto o servicio a ser vendido. 
Por ejemplo, si se quiere vender un producto de belleza para mujeres jóvenes, el anunciante tiene la capacidad de mostrarle el anuncio sólo a los usuarios que cumplan con ese perfil, y así hace más efectiva la campaña publicitaria y aumenta la probabilidad de que el usuario haga clic al anuncio.
La mayoría de las cosas que hacemos en la web quedan registradas en un sitio u otro, y ese trazo que dejamos, que parece no tener importancia, contiene mucha información que le permite a las compañías entender el perfil del usuario y mostrarle productos o servicios que podría necesitar, aún sin saberlo.
En el caso de LinkedIn, la red social de profesionales, las grandes corporaciones compran el servicio para poder ver la hoja de vida de millones de usuarios y eficientizar el proceso de reclutamiento, al hacerlo con mucha más información del potencial empleado.
La información personal y el comportamiento de los usuarios es tan importante que Facebook pagó $1,000 millones de dólares para adquirir Instagram, un servicio que aún no tenía un modelo de negocios para generar ingresos.
Esto no quiere decir que tenemos que limitar el uso de estos servicios o simplemente dejar de usarlos, sino que debemos entender y tener claro la motivación detrás del atractivo de ser “gratis”. Los Términos de Servicios (TOS, en inglés) de cada una de esas plataformas explican el uso y la propiedad de la información personal que les damos. Léanlos siempre.
La realidad es que para la mayoría de estos servicios gratuitos, nosotros no somos los clientes, sino el producto a ser vendido.(Nassin J. Alemany/Listín Diario)

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