VIVENCIAS

Nada peor que un nuevo rico, un dominican york con dinero, pero sin educación, o un  nuevo funcionario del gobierno que ha  llegado a la posición por su trabajo político y su buen desempeño en campaña poniendo de manifiestos su gran capacidad para aglutinar gente y buscar votos. Que tenga capacidad para el cargo?... es lo que menos importa.
Son tres especímenes insufribles...
Y las que más sufren las consecuencias son las mujeres, que tienen que ligar con estos individuos sin educación, sin criterio, y carentes de las más elementales reglas de "etiqueta y protocolo", que viven metiendo la pata hasta donde le dicen "cirilo".
Basta observarlos en los restaurantes o en casas de gente de sociedad, comiendo como bestias, sin guardar reglas ni compostura, sorbiendo caldos de manera sonora, masticando y hablando al mismo tiempo con la boca llena, limpiándose los dientes con los dedos, a veces carraspeando y hasta escupiendo, como un Morrobel cualquiera, que de manera tan magistral caracterizaba el fenecido Freddy Beras Goico, para burlarse del mal gusto de funcionarios públicos y nuevos ricos.
Se les puede encontrar en los restaurantes de lujo, hablando alto para que todos se enteren de su finca, sus vacas lecheras, que no son vacas cualquiera, "tolón tolón"; de sus casas con piscina y jacuzzi, la villa en Juan Dolio, la jeepeta Prado y  el Mercedes, tratando con ello de deslumbrar a las muchachas de la mesa de al lado.
A las mujeres "casquivana" que andan "en búsqueda" en esos lugares, esas palabras les suenan a gloria.
Y no hay que esperar mucho para verlos pronto compartiendo mesa.
El problema es que por lo general, prometen mucho, pero no dan...Tan solo quieren aprovechar y disfrutar del momento, y ahí es que se pierden muchas de esas infelices, creyendo que pueden conseguir algo con esos "diablos" que podrán ser muy bestias, pero que están entrenados como verdaderos "depredadores" y "terminators" en cuestión de "faldas", pues consideran que con su dinero pueden conseguir lo que quieran.
Difícil es que caigan en el clásico "gancho" de "te quiero decir algo, pero me da vergüenza, porque no sé lo que pensarías de mí". Ese librito  ya lo han leído y repasado...
Ya hemos hablado de su mal gusto y de sus sacrilegios mezclando bebidas "premiun", abaratando la imagen de automóviles de estirpe, escandalizando en lugares públicos, rompiendo reglas y violando leyes, asumiendo actitudes de prepotencia y engreimiento, exagerando siempre la nota, y tratando de llamar la atención a como dé lugar. 
En su afán de notoriedad, pagan para que los mencionen en los bailes, como hacían los llamados "jodedores" en los años ochenta, que le daban su "quinietón" en dólares a La Bobina, para que cuando estuviera cantando en tarima les mandaran "un saludito muy especial".
Su grave problema y su gran frustración es que aunque tengan dinero son rechazados por los ricos aristocráticos "de sangre azul" del top más alto en lo social y en abolengo.
Gente de nombre y apellido que nacieron en cuna de oro, que siempre han vivido en la riqueza, que nunca han sido pobres, y que por lo tanto no tienen necesidad de ostentar.
Porque no se deben perder el detalle de que todo aquel que tiene dinero y se la pasa ostentando, es porque antes de rico fue pobre.
El cambio de estatus les produce un trauma. Se sienten rechazados por la burguesía aristocrática del Country Club, y entonces se la quieren desquitar con los de abajo, con los de la clase social de donde vienen, las que ellos mismos en su lenguaje coloquial les llaman "la gente jodía".
Piensan que la aristocracia los rechaza porque fueron limpiabotas, lavacarros, choferes del concho, sin reparar en el hecho de que en verdad se debe a que no tienen clase.
Ninguna familia que se respete va a permitir que en un club social de gente de alcurnia, se le siente en su mesa un patán  a tratar de sonsacar e impresionar a una hija suya con "babosadas" porque tienen dinero.
Pudiéramos seguir abundando sobre el nuevo rico, y lo difícil que resulta lidiar con él. Sobre todo en la farándula, donde  son un mal necesario, pues obligatoriamente hay que lidiar con ellos. Porque algunos (dije algunos) son líderes de orquesta, empresarios disqueros, productores de programas, dueños de canales de televisión.
En la farándula, al igual que en el beisbol, es donde más se dejan sentir los nuevos ricos, y el que se aísla de ellos se ve obligado a dejar el negocio.
Ellos son los responsables del descréditos de las megadivas y de las presentadoras de programas de televisión.
Pero a muchas eso no les importa. Por eso a cada momento se ven envueltas en escándalos de lavado y narcotráfico, pues siguen a pies juntillas el refrán aquel de nuestros abuelos, de que "al caballo regalado, no se le miran los dientes".
Pero eso era antes...