sábado, 5 de enero de 2013

LECTURAS DOMINICALES


Cuando la prensa anunció tu muerte número 40 no quise leer la noticia, porque ya había escuchado el plañir de las campanas del templo anunciando tu partida a destiempo.
Los muros de la vieja ciudad se erguían gélidos y altivos, y yo allí recostado en las espaldas del tiempo, esperando el carruaje de la noche para ver tu cortejo.
En una ciudad que se nutre de mitos y leyendas, de matronas y comadronas, viejas fantasmagóricas que se resisten al paso del tiempo, escondidas entre las paredes de las casas coloniales, cantando  canciones de hadas como almas en pena que vagan por la noche, acariciando el silencio con la disimulada intención de no asistir a tu funeral para no molestar al cardenal.
Angeles caídos entre las musas perdidas de un laberinto de viejos lamentos.
Y tú de seguro levitando y fornicando en la conciencia dormida, sin remordimientos ni penas que te duelan.
Mientras yo aquí entretenido, dejando mensajes inescrutables en la puerta de la catedral, para molestar al cardenal.
No puedo evitar, ahora, recordarte en Notre Dame, frente a la escalinata donde solíamos tomar café y conversar sobre literatura...
Tú tan inmaculada y tan casta, con tu sonrisa aún no contaminada, sin ese pelaje hirsuto y erizado, en tiempos en que aún con tu sombría figura no acechabas mis pasos paseando por la ribera del Sena.
Me duele el que los licántropos de la noche propiciaran una espiral de destrucción mutua.
Había  luna llena cuando el galpón se incendio, ardió toda la noche y justo se apagó antes del alba.
Tú emergiendo de las llamas como un heraldo infernal, sin rastro, en la puerta de lo irreal, olvidando que los elfos vagan entre nuestras fantasías agitando nuestros sueños, sin poder huir de aquellos relatos fantásticos que no me dejan dormir de noche,  queriendo purificarme en el mismo lugar donde tú estuviste levitando, buscando la inmortalidad entre tus piernas de loba, en un mágico encuentro  para luego mirar mis canas en aquel espejo gótico, anclado en el tiempo, removiendo las cenizas de un pasado que se esfuma en el recuerdo.(Joseph Cáceres/5-1-2013)

1 comentario:

  1. Amen,amen,amen,k descansen en paz el reaguetton y la salsa,,,ese articulo le encaja al reaguetton,,,,,,,,ATT UN CAPOTILLERO PENSIONAOOOOOOOOOOO.

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