Joseph Cáceres

Pena debe dar que la relación comercial y de amistad que por tantos años cultivaran Bienvenido Rodríguez y Juan Luis Guerra culmine con una virtual batalla de demandas y contrademandas en los tribunales, que ensombrecen el panorama y enturbian el ya convulsionado mundo artístico de la República Dominicana.
Tan bonitos que se veían Bienvenido y Juan Luis de la mano, transitando juntos  por el sendero de las grandes realizaciones.
Juan Luis, que le había conferido al merengue una dimensión de categoría que le permitió catapultarse a los niveles más alto de categoría y relieve, de donde pasó a hacer lo propio con la bachata, a la cual vistió de gala, despojándola de los harapos andrajosos de los arrabales, para hacerla brillar en los más grandes escenarios del mundo.
Ese Juan Luis, que se convirtió en una figura monumental de nuestra música, alcanzó categoría y realce, junto a Bienvenido Rodríguez, quien se dedicó en cuerpo y alma a su proyecto, abandonando a todos los demás grupos de su sello.
Pero como suele suceder hasta en los mejores matrimonios y familias, llega a veces el momento de la separación.
Juan Luis Guerra necesitaba crecer con una casa disquera internacional de amplio alcance, y negoció su salida de Karen, un sello disquero importante pero limitado. Verificable en el hecho de que luego de la salida de Juan Luis, practicamente quedó paralizado, o en pausa.
La salida de Juan Luis de Karen supuso una negociación económica, que envolvió hasta la sesión de su emisora de radio llamada Viva F.M. que al quedar en manos de Bienvenido se llama ahora Fidelity.
La parte más espinoso del conflicto que ahora enfrentan se debe a que el piso que ocupaba Mango TV, en el edificio donde operan La Z y Fidelity, que adquirieron en sociedad, ha sido ocupado por Rodríguez, quien se niega a entregarlo a Juan Luis, quien declara ser su legítimo propietario.
Juan Luis puso una demanda en contra de Bienvenido en territorio norteamericano.
Bienvenido a su vez ha demandado a Juan Luis en territorio dominicano.
Juan Luis quiere que la demanda en su contra se conozca también en Estados Unidos
Pero, la Primera Sala de la Cámara Civil y Comercial del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional rechazó la solicitud.
Los abogados de Guerra alegaban que los tribunales dominicanos no debían conocer el caso porque su representado elevó una demanda en rendición de cuentas a la disquera en Estados Unidos; sin embargo, el tribunal determinó que debe ventilarse en República Dominicana, porque es donde el artista tiene domicilio.
La demanda de la disquera está basada en que el artista le firmó un contrato en 1988 mediante el cual le entregaría tres discos de larga duración, cada uno contentivo de tres opciones, para un total de nueve discos, pero Guerra solo entregó cuatro y cambio de una serie de obligaciones logró Discos Karen lo liberara, pero supuestamente incumplió.
El requerimiento de Juan Luis tiene sus motivos.
Los artistas que con anterioridad han litigado con Bienvenido sólo han logrado fallos favorables en tribunales de los estados Unidos, como sucedió con Los Hermanos Rosario.
Los tribunales locales son tenidos como no confiables.
Aún cuando el conflicto surgido debe ser dilucidado por los tribunales, cierto es que Bienvenido Rodríguez tiene un verdadero récord, no sabemos si a favor o en contra.
Y es que se trata del empresario disquero con mayor cantidad de conflictos en tribunales con los artistas de su sello, si miramos hacia atrás a Wilfrido, Rubby Pérez, Sonia Silvestre, Maridalia, Fernando Villalona, The New York Band, Los Hermanos Rosario, y a muchos otros con los cuales vivió la época de oro de la música dominicana.
Indudablemente un gran genio en el negocio de la música y el disco, que mucha falta le ha hecho al merengue en estos tiempos, crédito y mérito que nadie le puede negar.
El merengue de los ochenta no existiría sin la impronta de Bienvenido en el negocio, hay que decirlo.
Lamentablemente ha crado la fama de que todo el que ha entrado a su fortaleza se le ha hecho difícil salir.
El último de ellos ha sido Juan Luis Guerra.