Joseph Cáceres

Por fin estás montada en el tren de la televisión, zorrita, con muchas perspectivas de éxito por tu frescura, juventud y hermosura.
¡Cuánto me alegro!. Debes tener cuidado porque en ese tren hay vagones con una carga sana, pero hay otros cuyo contenido son furgones insanos, impuros, de material radiactivo, y tú no sabes en que estación se pueden descargar.
Vienen sellados, y no hay manera de exteriormente visualizar su contenido, por lo cual la tarea de identificar su cargamento se te puede hacer muy difícil.
Cuídate, zorrita, de ciertos "inspectores de Aduana", que te puedan hacer propuestas infames e indecorosas, para que accedas a ciertos reclamos, siendo que estás exonerada de  impuestos.
Observa en cuáles asientos viajan ciertas pasajeras del tren, a las cuales se les agotaron ya las boletas para continuar moviéndose entre estaciones, y ahora sólo les queda la parada final.
Empezaste a viajar, zorrita, y veo que ya se inició una labor de zapa queriéndote hacer bajar del tren a destiempo, cuando todavía te quedan muchas horas, días, semanas, meses, y años de viaje.
Ojo avisor, y no te dejes provocar, porque en la medida que más horas acumules transitando, mayor será la vocinglería para hacerte abortar el viaje.
Y ante todo, llévate de una estrategia que siempre practica el Zorro.
Nunca hagas caso ni malgaste tu tiempo en ratas de cloacas y zafacones, porque cuando tú tienes tu autoestima alta,  que sabes lo que  vales profesional y socialmente, nunca te puedes dedicar a la caza de alimañas rastreras ni voladoras.
Para eso hay compañías especializadas en fumigación.