Joseph Cáceres

Por NB/JC

Melymel es una de las figuras más potables y trascendentes de la música urbana. Tiene gracia, talento y elegancia, lo cual le ha permitido alcanzar un nivel preferencial en diversos ámbitos sociales, a los que ya quisieran algunas poder llegar.
No en vano la  Cervecería Nacional Dominicana la buscó para identificar su producto Cerveza Presidente en una de las campañas publicitarias más exitosas de los últimos tiempos, como fue la del Verano Presidente de hace dos años.
Melymel ha emergido en el medio como una auténtica marca en la industria de la música urbana, con un estilo muy auténtico, sin necesidad de copiar ni de imitar a nadie, como sucede con otras intérpretes que no paran de agenciarse aditamentos y adefesios, en un patológico afán de copiar identidades que no les pertenecen, de las cuales procuran recostarse con el fin de llamar la atención, ante la ausencia de auténtico talento para brillar con luz propia.
Es lo que explica el afán de imitación, que sin ningún rubor ni sonrojo algunas buscan, como se verifica en el hecho de que hasta los sombreros que usa Melymel como parte de su propuesta los han querido imitar.
Ciertas intérpretes femeninas del género urbano deberían poner los pies sobre la tierra y entender que ninguna carrera artística puede sustentarse en base a truculencias baratas que no conducen a nada, y que los chismes de callejones y arrabal no hacen más que retratar su naturaleza barrial, en su escala más baja, que es la de plebe.
En este año que se ha iniciado tienen una magnifica oportunidad de rectificar, haciendo un mayor esfuerzo para encausarse por el sendero de las verdaderas realizaciones, si es que en verdad quieren permanecer en el interés de la gente, que ya está dando señales de cansancio ante tanta artificialidad, simulación y falencia.
Sigan el modelo de la líder…Sigan a Melymel, follow the leader.