martes, 22 de enero de 2013


WILFRIDO
Wilfrido se decidió a retornar al país, luego de años de residencia en Colombia.
Viene con su orquesta y con las Chicas del Can, nuevamente, la agrupación satélite de la cual surgió Miriam Cruz y otras intérpretes del género.
Hay quienes consideran los años de autoexilio de Wilfrido en Colombia como un tiempo perdido, debido a que durante mucho tiempo estuvo escindido del medio, sin presencia en la radio, con presentaciones esporádicas en su tierra, solo para evocar el recuerdo de los años dorados del merengue.
Dice un refrán que "cualquiera por su mejoría su casa dejaría", pues son muchos los dominicanos que han emigrado a otras tierras en busca de mejor suerte y vida.
Billo Frómeta  se radicó en Venezuela, propiamente para escapar de la tiranía Trujillista y allí fue adoptado como un estandarte musical por los venezolanos.
Mario de Jesús hizo lo propio en México, en tanto que Porfi Jiménez,  se fue a Venezuela e mediados de los años cincuenta donde también desplegó una labor extraordinaria. Ninguno regresó al país, pero tanto en Venezuela como en México, exaltaron al máximo su talento y creatividad, lo que les permitió convertirse en grandes estandarte del arte en esas tierras.
De Wilfrido y su estadía en Colombia  muy poco se puede decir en términos realmente valorables.
Su decisión de usar la plaza como centro de operaciones, no pasó de ser una acción enmarcada en términos de conveniencia y de su accionar allí lo único que pudiera ser considerado es su participación como jurado de un programa de televisión, lo cual en lo musical no es relevante.
En lo artístico, siendo realistas,  no vemos que cosa Wilfrido pueda exhibir que justifique sus tantos años de residencia en Colombia.
Por lo demás, regresa al lugar donde nadie le puede llamar extranjero, en uno de los peores momentos que vive el merengue, un género al que tanto impulso le dio en el pasado en aquellos años dorados de Los Beduinos y de "El nuevo poder de la música", en que propició una verdadera revolución en nuestra  música.
Posee el gran mérito de haber sido el creador y propulsor de un movimiento que le dio al país las más populares orquestas. 
Fue el creador de Los Hijos del Rey, de donde surgieron Fernando Villalona, Raulín Rosendo, Bonny Cepeda, Los Kenton,  Asumió con Belkis Concepción a Las Chicas del Can, de donde surgieron luego varias exponentes femeninas que aún se mantienen en el mercado. 
Fue el creador de La Patrulla 15, de donde emergió Josie Esteban. The New York Band fue de igual modo una agrupación surgida a su amparo, al igual que Altamira Banda Show.
De su orquesta han surgido otras, como es el caso de Eddy Herrera, Rubby Pérez, Miguelito, Wilfridito, Wancho Viloria, Rasputín, y muchos otros exponentes que formaron tienda aparte y que andan diseminados por el mundo.
Nadie ha hecho más aportes al mercado de la música que Wilfrido, y es un crédito y un mérito que nadie puede negarle.
Pero, volviendo al tema de su regreso, el veterano y anecdótico  músico viene a encontrarse con una juventud que
no posee vínculo alguno con el pasado. 
Con una generación que no vivió su época, y con otra que aun le recuerde, perdió su rastro hace tiempo.
Su retorno se produce en una época muy convulsionada de dramáticos cambios en los gustos y preferencias,  en que los espacios de los merengueros tradicionales están siendo ocupados por exponentes de la denominada música urbana. 
Le esperan los clubes sociales, donde siempre han tenido acogida las orqeustas tradicionales, como se verifica en el hecho de que son los únicos lugares donde se puede bailar todavía con la orquesta Santa Cecilia.
Le esperan, por supuesto,  algunas giras nacionales en las cuales abrirá el zurrón donde guarda sus reliquias para evocar el pasado de esplendor y gloria, de una época que jamás volverá.
No perdemos la esperanza sin embargo de que algo quede de aquel espíritu aventurero que le permitió romper esquemas
y revolucionar el ámbito musical en aquellos años setenta y ochenta.
Nunca estaría de más esperar de Wilfrido en su retorno, alguna nueva propuesta que justifique su presencia en un mercado cambiante, que lo puede hacer mover, por inercia, confinar su presencia, condenándolo a solo vivir del recuerdo.
El y el tiempo dirán...

6 comentarios:

  1. Bueno si regreso a crear nuevas orquestas con jovenes talentosos muy bien por el.. Pero si el piensa tratar de pegarse que mejor lo invierta en tierra y ganado porque ya su carnaval paso.. att Willy NYC

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  2. wilfrido fue un boom taquillero en sto dgo hasta volvere de ahi pa ya todo fue para fuera ,wilfrido nunca le gusto a la mayoria ,es igualeddy herrera muy bueno y to la vaina pero como que no le llagan al dominicano

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  3. Y que no se olvide que ya la gente no esta en eso de...arriba las manos, agarrense una oreja, den un brinquito, rianse, una palmadita, agachate ...ya la mayoria de esos que se dejaban coger de mojigangas haciendo las piruetas que wilfrido les pedia estan en asilos de ancianos o ya firmaron con los carmelitas.

    Estamos en el 2013 y ya al publico dominicano casi nadie los coge de p.endejo... solamente los politicos y los extranjeros...despues mas nadie.

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  4. Si ...por eso mismo es q no veo no un carro viejo cuando voy a dominicana.. Si desechamos la cultura pero no la basira...da gusto ver como Los americanos disfrutan lo suyo de cualquier epoca..

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  5. Todos estos merengueros emblemáticos pudieran contribuir grandemente al merengue si se dedican a ser productores y respaldar nuevos talentos poniendo a un lado el ego.

    Quincy Jones es una muestra.

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  6. Pero es eso lo que wilfrido ha Hecho toda la vida .. El lo que viene pensando que hay muchachos dispuestos a seguir ESA corriente .. Y querer rescate su obra pero para eso tendra que luchar con la mentalidad negative de muchos ..que creen mad en el dembow boricua..

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NIURKA BAEZ,
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