Joseph Cáceres

En otros años, cuando no existía el internet ni las redes sociales, al día siguiente de las nominaciones de los premios Casandra, todos los programas de farándula de radio y televisión se dedicaban a realizar recuentos de los nominados, y los oyentes y televidentes  se mantenían atentos a lo que los cronistas decían de los que figuraban en cada categoría.
Hoy día es un procedimiento de tontos el estar haciendo recuento de nominaciones, así por así, diciendo sólo quien merece o quien debe ganar...
Razón?. Cómo hacer disquisiciones sobre un listado de nominados contaminado, maleado, inficionado por manejos espúrios que no se corresponden con la realidad?.
No es de sabio leer un listado de nominados donde hay gente que figura en el mismo, por obra y gracia de las relaciones públicas, ocupando espacios que no les corresponden?.
Habría que tener muy poco respeto de sí mismo para entrar en ese juego, sin delimitar los campos,  llamando al pan, pan, y al vino, vino, como debe corresponder a un comunicador acucioso, que asume el compromiso con seriedad y profesionalidad.
Sería hacerse cómplice de la maldad y el engaño el aceptar como bueno y válido algo que de antemano se sabe maleado.
Se le falta el respeto a los nominados que si merecen figurar en la casilla, porque con ello se apaña un proceso donde indefectiblemente saldrán perjudicados, porque ya todo ha sido concebido y delineado.
Sería pecar de ingenuo, en un medio donde ya la gente cuenta con las redes sociales para discutir lo que está bien y lo que está, como está sucediendo ahora, que el bombardeo de los cibernautas está rompiendo los cimientos de todo andamiaje mal montado.
Lo que digan algunos, creyendo que la gente se lo va a creer, deviene en un recurso fallido de cara a lo que corre por las redes sociales.
Cuando algún cronista quiere defender lo indefendible en su programa, se ve apabullado por lo que la gente piensa y dice en las redes sociales, algo que en otros tiempos no acontecía, porque ya  "la pava no pone donde ponía", y eso es algo que algunos deberían asimilar.
Se acabaron los tiempos de la simulación y el engaño.
La mejor demostración la dieron ayer los componentes del programa "El Mismo Golpe con Jochy Santos", que analizaron el tema de las nominaciones de Acroarte mejor que muchos cronistas de arte.
Y lo que sobrevino a través del teléfono y del chat fue una avalancha de opiniones de la gente, con una agudeza y un sentido crítico sorprendente, que puso en evidencia que los tiempos han cambiado.
Ya no son señales de humo las que se están dando, porque lo que se ve es fuego arriba y abajo...
Con el agravante de que no hay camiones de bomberos ni agua para apagarlo.