Joseph Cáceres

Por Luis Manuel Castillo

Con la aceptación que ha tenido la salsa que se está haciendo en República Dominicana ha quedado evidenciado que hay un espacio reservado para aquellos que hacen buena obras musicales. 
La escogencia de buenos temas para adaptarlos a este género, la incorporación de nuevos intérpretes, la excelencia de los arreglos musicales, han dado como resultado que a un género musical que parecía moribundo se le ha inyectado sangre nueva y vida nueva. 
La salsa que se está haciendo ahora no solo está desplazando otros géneros musicales, sino que ha venido a ocupar el espacio que dejaron grandes salseros como aquellos que por décadas han dominado este mercado. 
Es tan grande la magnificencia de esta música que en la tierra  que se considera eminentemente salsera como es el caso de Puerto Rico, los intérpretes dominicanos están ocupando el lugar que grandes luminarias ostentaban. 
Esta música ha venido a llenar un vacío enorme, principalmente en aquellos que creíamos que el romanticismo había desaparecido en las producciones musicales de este tiempo.

Resulta sorprendente la calidad de los músicos que integran estas orquesta y creo que esto se debe al ocaso que esta sufriendo el merengue, pues con la desaparición de muchas orquestas del género se han podido escoger los mejores músicos para conformar estas agrupaciones ya que muchos por buenos que sean están sin trabajo. 

No hay un solo día de la semana que los programas que presentan orquestas, no haya la presentación de una orquesta de salsa, que aunque son pocas se han constituido en una obligación para aquellos programas que quieren complacer el gusto del televidente.

Creo que esto no sera una fiebre pasajera, pues inmediatamente se incluyan algunos detalles que faltan como la inclusión de letras inéditas, la salsa seguirá siendo consumida por más.

Esto debe servir de reflexion para el mercado del merengue, al cual le emergen  nuevas caras y producciones más románticas ya que el público dominicano ha tenido que refugiarse en una música que no es de origen quisqueyano pero que está creciendo como la espuma por la calidad de sus producciones. 

Si la salsa sigue como va habrá salsa pa' rato.