Joseph Cáceres

Lo cierto es que produce risa el observar el excesivo celo con que algunos padres  cuidan a sus hijos, evitando que se junten con malas compañías, que en muchos casos son muchachos que no son de su clase, o que vivan en barrios, pues temen que se perviertan.
Creen que con ello  los protegen de malas influencias y de aprendizajes inadecuados, no sabiendo que a través de las computadoras que tienen en la casa, les llega todo un mar de informaciones de todo tipo,  desde una jerga perversa que se han inventado, hasta las más explosivas fotografías y videos pornográficos que se sirven en la web.
Hay padres que ni siquiera se preocupan por bloquear las computadoras que usan sus hijos, para restringir el acceso a la pornografía. Como le sucedió a un amigo, que tomó la laptop del hijo que se encontraba en el colegio, y cuando la abrió se llevó el susto de su vida, al ver lo que le apareció en pantalla.
¡Hasta el abuelo dio un brinco y se puso los espejuelos para ver aquel ejemplar!
Se dirá que es difícil controlar eso, pero los padres deben poner de su parte, y no querer siempre ver el mal afuera, en las juntillas con otros, como si los únicos malos y perversos fueran los muchachos pobres.
Las maldades y bellaquerías de los "hijitos de mami y de papi" en la mayoría de los casos son superiores a las de los muchachos barriales que carecen de las facilidades, la protección y el bienestar que ellos tienen.