Tener
una carrera deslumbrante y recibir la atención del mundo es el sueño
de muchos. Pero lo que pocos saben es que quizás ese sea uno de los
factores que contribuyan a que se viva menos. Eso es lo que sugiere
un análisis de mil obituarios publicados en un periódico
estadounidense.
De
acuerdo con el estudio, los artistas de la farándula y deportistas
que se han destacado notablemente tienden a morir algunos años más
jóvenes que las personas con carreras exitosas en otras áreas.
Los
investigadores reconocen que el estudio no proporciona ninguna
respuesta concluyente, pero formula preguntas interesantes sobre el
costo de la fama.
Los
hallazgos fueron publicados en la revista especializadaQJM:
An International Journal of Medicine.
Los
investigadores, de las universidades australianas de Queensland y New
South Wales, analizaron mil obituarios publicados en The
New York Times,
entre 2009 y 2011, y encontraron que artistas, como actores,
cantantes y músicos, así como también aquellos que se destacaron
en el ámbito deportivo, murieron a edades más tempranas, en
promedio a los 77 años.
Escritores,
compositores y artistas plásticos murieron a los 79 años. Las
personalidades clasificadas como académicos, historiadores y
economistas, sobrevivieron, en promedio, hasta los 82 años. Quienes
se desenvolvieron en los negocios o en la política alcanzaron los 83
años.
Los
investigadores indicaron que el cáncer, particularmente los tumores
en los pulmones, eran más comunes entre los artistas.
Hipótesis
El
profesor Richard Epstein del Centro de Cáncer Kinghorn, en el
hospital St Vicent de Sydney, indicó: "Un análisis
retrospectivo de este tipo es único pero no prueba nada. Lo que sí
hace es despertar preguntas interesantes".
"Primero,
si es verdad que artistas y deportistas famosos tienden a vivir menos
¿eso significaría que la fama a edad temprana predispone a que la
gente experimente patrones de salud deficientes en sus años
posteriores, después de que el éxito se ha desvanecido?
"O
que las presiones psicológicas y familiares de tener una vida
pública exitosa conducen a tendencias autodestructivas a lo largo de
sus vidas."
"O
que el hecho de tener una personalidad que tiende a asumir riesgos
-lo cual podría influir en las probabilidades de tener éxito- los
lleva a fumar, consumir alcohol o drogas ilícitas en un intento por
mejorar su desempeño en plazos cortos".
Epstein
señaló que sea cual fuere la razón, los hallazgos deberían ser
considerados como "una advertencia de salud para los jóvenes
que aspiran a convertirse en estrellas".
Estrés
La
psicóloga Honey Langcaster-James, quien se especializa en el
comportamiento de las celebridades, indicó que muy pocas personas
consiguen transformarse en estrellas. "Eso dificulta estudiar
científicamente el efecto de la fama en la salud de las personas".
"Los
resultados son interesantes en sí mismos pues sugieren los riesgos
inherentes de tener una carrera pública y de que no todo es
necesariamente oro cuando se es famoso".
"Ellos
estarían pagando un alto precio por sus carreras".
Sin
embargo, dijo que no es fácil tener una explicación científica a
ese fenómeno.
Por
una parte, ese tipo de carreras "cuenta con factores de estrés
únicos" como por ejemplo "la presión de vivir siendo una
imagen pública, lo cual puede conducir a comportamientos riesgosos".
La
experta indicó que "características personales predisponen a
la gente a desear una carrera en la arena pública", lo cual
puede conducir a llevar una estilo de vida que afecta la salud.(FUE)
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