Joseph Cáceres

Abama Golf&Spa Resort (Tenerife)

Envuelta en un fascinante entorno natural, con vistas a las suaves laderas del Teide, al océano Atlántico y a la isla de La Gomera, se levanta este hotel que se asemeja a una ciudadela árabe. Está formado por edificios interconectados de color terracota que cambian de color a medida que avanza el día y en su arquitectura se fusionan las tradiciones del norte de África con la filosofía del feng shui, y todo ello con el mar, la tierra y la vegetación tropical.

Inmerso en una finca de 160 hectáreas que se extiende hasta el mar, todo en él es de capricho, desde sus habitaciones y suites, distribuidas entre la ciudadela y las exclusivas villas, de decoración étnica y morisca, con terraza y jardines privados, hasta sus jardines secretos y sus vistas al mar. Sus instalaciones incluyen un campo de golf diseñado por Dave Thomas, una decena de restaurantes –entre ellos el MB, con una estrella Michelín, dirigido por Martín Berasategui, y el japonés Kabuki, del afamado Ricardo Sanz-, acceso exclusivo a la playa en el funicular privado, un gran número de piscinas, algunas de ellas naturales, y un spa con todo tipo de tratamientos.

Para los clientes más sibaritas ofrece los servicios más exclusivos: traslados en limusina, excursiones privadas en yate, clases personalizadas de golf y tenis, cenas a la luz de las velas en la playa e incluso la posibilidad de vivir una experiencia para parejas en el Abama Spa, con bañeras cubiertas de pétalos de rosa, masajes orientales para dos, servicio de comidas en la habitación... Todo lo que se puede imaginar y más.