Joseph Cáceres

DICE QUE LA FALTA DE ETICA EN LA CRONICA DE ESPECTACULOS ES TEMA DE DISCUSION EN ESCUELAS DE COMUNICACION

Estimado Joseph Cáceres:

AMAYA GUTIERREZ

Se habla de crisis, y nadie trata sobre la crisis de la información, sometida a manipulación, corrupción, especulación, desinformación, sensacionalismo, parcialidad con las fuentes, escándalos mediáticos que repercuten en la gobernabilidad de los países.

O del negocio de la información, como prioritario, frente a la responsabilidad de los servicios sociales. En fin, factores que han incidido, de seguro, en el declive de la confianza ciudadana hacia los medios y en un debilitamiento del derecho a informar y a informarse.

En el campo ético, el periodismo de espectáculo de este tiempo está en una encrucijada de brinco y espanto, señor Cáceres, y es algo que usted sabiamente ha criticado con la responsabilidad que le carecteriza, lo que le ha permitido convertirse en un referente de todo aquel que se impone como meta ejercer con dignidad el oficio.

El periodismo de arte más bien parece el cobijo de gente que necesita calmar la mala conciencia resultante de la evasión de sus obligaciones éticas, concretas.

Y es una preocupación que se manifiesta y expresa en las aulas de las escuelas donde impartimos cátedras, generándose discusiones interminables en torno al tema ético, y es por lo cual he querido hacerme eco en este portal tan visitado y leído por todos, contando siempre con su benevolencia.

La ética es una condición de la información y de su aceptabilidad social, objetivo primario de la acción periodística. Porque como decimos en la cátedra,  lo que se difunde al margen de las consideraciones éticas pertinentes, daña la información: no informa, malforma, y es si se quiere axiomático.

Si es verdad que la ética acompaña siempre a los periodistas cabales “como el zumbido al moscardón” , el periodismo no ético deja de ser periodismo y se convierte en impostura, exhibicionismo, propaganda, pose… o adopta otras formas de desviación, unas veces graciosamente sutiles y otras descarnadamente seductoras, pero todas con el común denominador de ser bellacamente insidiosas.

Se exige, pues, una modificación urgente del periodismo, una “reinvención”. En palabras de Germán Rey (2004). “La definición de la democracia como ‘gobierno de opinión’,

presupone [y exige] un periodismo independiente, riguroso, juiciosamente analítico y claramente investigativo".

Más aún en una sociedad que se ha puesto de espaldas a los valores, a la buena convivencia, que aprecia más el tener que el ser,  donde se hace cada vez más patente que para dar la batalla por la ética necesitamos de la misma paciencia y de la misma reciedumbre de carácter que la cita  sugiere.

Pienso en las actuales circunstancias, se abre un campo de lucha en el que todos los periodistas cabales están llamados a entrar como soldados de primera línea. De lo que se trata es de reivindicar, ahora y para siempre, los más elevados valores del mejor oficio del mundo. Es decir, la libertad, la verdad y la justicia.

Y crea que en eso usted no está solo, señor Cáceres.

Con gran sentimiento de afecto y admiración,

Profesora Amaya Gutierrez

QUIERE SER UNA W-40 PAL' CRANEO...QUE USTEDES CREEN?

GINA

Un saludo para usted y sus lectores, sr. Joseph.
Mi nombre es Gina Salcedo, y soy hermana del locutor Francis Salcedo, muy admirador suyo, k no se si recuerda k lo saludó en la fiesta de Hector "El Torito" en el club donde tocó Higuey en la mesa que usted estaba con el señor Amable Aristy. Yo estudio para modelo y también la locución.  A mi me gustaría mucho lograr proyectarme en la capital.

Veo k en su página publican fotos de chicas en bikini y quisiera saber si usted me da permiso para enviarle unas lindas fotos que me hizo un fotógrafo de la escuela de Altos de Chavón.
Le pido excusa si yo le luzco atrevida, pero dice un refrán k el k tiene sed busca el agua.
Me tiré una foto en el espejo en  la emisora k le estoy mandando y si le gusta le mando las k hizo el fotógrafo k le digo.

Bendiciones y gracias por su atención,

Gina Salcedo