Joseph Cáceres

Sin darnos cuenta, los métodos incivilizados y la delincuencia de los medios convencionales se están apoderando de la web.

Las llamadas telefónicas anunciando concursos falsos, las colectas casa por casa a nombre de figuras públicas, las recaudaciones, los anuncios de falsos accidentes, las peticiones de recargas, todo eso ha llegado al ciber espacio con una sorprendente recurrencia y profusión.

No bien se produjo el accidente de Jari Ramírez en la madrugada de ayer jueves, cuando a pocas horas había una cuenta falsa de Facebbok pidiendo dinero para "costear" la medicina del comentarista de arte y los gastos clínicos en el Hospital de las Fuerzas Armadas.

Michael Miguel, en el mismo día de ayer denunciaba a su vez que le falsificaron también una cuenta.
Los delincuentes actúan a sus anchas, y lo que no entendemos es por qué razón hay quienes no recurren a las autoridades y a los organismos de investigación para determinar quienes se dan a esa tarea.

No olviden que aquí cuando se quiere saber o localizar algo, se logra.

Cuando se difamaba al presidente y al gobierno de Leonel Fernández, fueron derechitos  a donde decían se generaban las actividades.

Lo mismo sucedió cuando desde aquí quisieron chantajear al cantante español David Bisbal. Hasta la Guardia Civil Española se sorprendió de la eficacia de la DICAT criolla.

Lo que sucede en que muchos casos se toman como simples chismes de farándula, pero no olviden de que depende de quien ponga la querella.

En la farándula están los hackers y las cuentas falsas a la orden del día. Lamentablemente hasta artistas y figuras del medio se están dando a esa practica, creyendo que sus pasos no se están siguiendo. 

Sobre todo usando a webmaster con una larga trayectoria de fechorías y de pirateo cibernético, a los cuales les caben muchos años de prisión. (Ya hay uno preso, por cierto). 

Los pasos que se etán dando procuran pruebas que se están consiguiendo, y datos bien documentados. No es a lo loco, como dicen.

Cuando la bomba explote y ponga al desnudo a figuras públicas que propician y participan en esas acciones detestables, que ponen de relieve su baja catadura moral y falta de principios, ya verán ustedes la calaña de gente que aquí se quiere establecer como artista.