¡AY ÑEÑE!

Y como se han puesto de moda las operaciones de reducción de estómago  para inducir a la pérdida de peso, Héctor Acosta le propuso al administrador de su empresa David Mella pagarle una.
Así se lo hizo saber, y Mella, feliz de la vida, dijo que aceptaba gustoso ese regalo.
Pero al parecer la aceptación fue de boca, no de corazón.
Cada vez que El Torito le hablaba de iniciar el proceso, David barajaba....
No hubo forma de se decidiera a entrar al quirófano.
El Torito terminó olvidándose de la propuesta, porque el gordo David se hizo "el loco".
Prefirió mantenerse con su estómago "manga larga" para seguir comiendo de todo.
Y es fácil cambiar para un estómago de niño, como el que le hicieron a Brenda Sánchez, a Masa y a Chiqui Hadad, que se llena con tres onza de comida?.
Recuerden que David Mella es proverbial en asuntos de comida.
Se recuerda la vez que llamó a su casa y le dijo a la mujer que no le hiciera cena, para mantener la dieta.
Que mejor le hiciera un picapollo con un "pollito" entero, para el "picar".