Por Juan Colón
Percusionista dominicano, radicó un tiempo en el país, donde trabajo con varias agrupaciones de primer orden, Sergio Vargas, una de ellas.
Conocí a este genial instrumentista cuando tocaba y grababa con Los Homeboys, y en las producciones de su productor Henry Jiménez.
Participamos en las producciones del regreso de Milly, y también de Olga Tañón, Elvis Crespo, y muchísimos cantantes de merengue en New York, Puerto Rico y República Dominicana.
Desde el primer momento que lo vi tocar me impresionaron tres cualidades en él: Sentimiento, precisión y conciencia.
Sin importar el cansancio ni las horas de vuelo, llegaba trasnochado al estudio, llenaba los espíritus de todos nosotros de un gran entusiasmo y fuerza, y era capaz de quedarse todo el día en el estudio para dar ánimos a todos los que desfilábamos por allí para hacer nuestros trabajos.
Toca cada canción con el mayor profesionalismo posible, impecable en sus trabajos sin dejar nada suelto, nada que no se sienta satisfecho en su totalidad.
Una fuerza rítmica impresionante, en contraste con su apariencia de hombre tímido, pero también con un gran sentido del humor cuando entra en confianza. Compañero fiel, apoya cualquier causa que considere justa en sus reclamos, y presto a colaborar de manera desinteresada si el caso lo amerita.
Este compañero, sufre mucho las injusticias del medio, detesta los engaños y abusos de poder en contra de los músicos.
Con grandes inquietudes y deseos de lograr sueños, llega a alcanzar uno de sus más anhelados: Tener su estudio de grabaciones, en el área de Massachusetts. En la actualidad está dedicado de lleno a la producción con gran éxito. Denis es un músico con una amplitud de conceptos y su aptitud por conocer lo lleva a profundizar con muchos ritmos diferentes.
Conoce nuestros sonidos vernáculos a la perfección, y los grandes que fueron antes que él. Muestra un profundo respeto por todo aquel que ha caminado y dejado huellas imborrables.
Trabajar con este inquieto músico es sentirse agradecido por la vida, por tener un privilegio a estos niveles. Me une una profunda amistad con Denis, los que conocemos sus grandes valores humanos lo llamamos “El Enano”, pero es en realidad un Gigante de la Humanidad, dotado de gran sinceridad y fidelidad.
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