Joseph Cáceres

Por Juan Colón

Hemos tenido músicos extraordinarios que dieron su talento para trascender en un instrumento que no tenía ninguna relación con nuestras raíces rítmicas.

Salvador Acosta (Tico Tico), Danilo Ovales (Chichi), Danilo Ovalles hijo, “El Brigi”, Tapacán, Quico, George Liste. Estos bateristas básicamente tuvieron las oportunidades de trabajar en la era de las grandes orquestas: Santa Cecilia, Orquesta San José, Orquesta Maravilla de Puerto Plata, Antonio Morel y demás bandas.

George Liste vivió muchos años en Venezuela, era extraordinario músico con un gran sentido de lo que es realmente el papel de este instrumento en una orquesta, acompañar a un solista, en fin, hacer lo correcto con este grandioso artefacto musical.

Luego, como si fuera una estampida, surgen grandes músicos con extraordinarias habilidades para ese instrumento. He aquí alguno de ellos: Víctor D’Carlo,  D’Oleo, Wellington Valenzuela, José Emilio Valenzuela. Milano Miguel Montas, Jorge Dinavit, Ari Stridez, César Alma, Rafaelito Suberbí, José Daniel Sepúlveda, Arnaldo Acosta y Otoniel Nicolás.

También, Gay Frometa, Waldo Madera (actual baterista de Juanes), Leni Drums, Willow Saulo (La Jaiba), Remy Taveras, Luini Quezada, Ezequiel Francisco, Arnaldo Acosta, Rafael Veras, Guillermo Cárdenas, Pablito Drums, Fafo Polanco, y otros cuyos nombres no pude conseguir.

Profesionales excepcionales, y no solo como bateristas, tremendos percusionistas de nuestros medio, dominan la tambora, congas, güira, timbales, bongoes, etcétera.

Todos preparados para tocar una gama de ritmos y satisfacer las aspiraciones del cantante y/o director de orquesta. Muchos de ellos han incursionado dentro del mundo del jazz logrando resultados excelentes.

Consagrados músicos que han hecho malabares para sobrevivir en un medio tan hostil como el dominicano, donde los lugares y grupos de grandes variedades musicales se extinguen paso a paso o toman otros rumbos musicales.

Me siento muy orgulloso de tener en nuestro suelo tantos percusionistas de primera calidad. 

Conozco a la gran mayoría, probablemente a los más jóvenes no tanto, pero creo que casi a todos, y desde aquí les envío un fuerte abrazo y todo mi respeto a estos talentos que aportan en este instrumento grandes potenciales. ¡Abrazos a todos de alma y corazón! 

Gracias a mi viejo y gran amigo Dinavit por facilitarme la mayor parte de los nombres de estos brillantes bateristas nuestros.