Joseph Cáceres

Por Miguel Angel Rodríguez

Miguel Angel Rodríguez

Nueva York.-Me parece que este tema es fascinante, no sé porque, quizás porque de solo pensarlo produce alegría, diversión, efervescencia, celebración y muchas otras cosas que nos levanta el estado anímico.

De este tema es mucho lo que se puede decir. De sus inicios que lo dan en el año 1855, su historia, que es bastante amplia, sus propulsores y exponentes, los cambios, sus mejores épocas, su penetración, su presente y muchísimas cosas más.

Pero hay algo que definitivamente no tiene debate, y es que el merengue es dominicano, aunque algunos digan que tiene origen en Cuba o que se crea en puerto rico, que también se tocaba en el caribe colombiano.

Últimamente oigo mucho hablar de la crisis del merengue, pero en ninguna parte he escuchado hablar, de la crisis del bolero, o de la balada, o de la cumbia o el son o cualquier otra corriente musical. Realmente no sé de donde salió eso de la crisis del merengue, como que no tiene mucho sentido. Yo creo que como cualquier otra cosa siempre hay cambios igual como cambia la moda, cambian las generaciones y con ellos los gustos.

Pero también hay fuerzas que hacen cambiar las cosas y en la actualidad una de las razones por lo cual muchas cosas han cambiado ha sido la tecnología, y es lamentable como las nuevas generaciones se van por las cosas más fáciles sin ningún tipo de esfuerzo o sacrificio. Y así, las cosas van perdiendo valor y las personas son menos comprometidas.

Pero, regresando al merengue, a pesar de todo lo que digan ese será siempre el ritmo que nos identificará. Y no quiero que se me mal interprete. El ritmo latino más escuchado de la actualidad es la bachata, la cual ha destronado a la balada. Eso tampoco creo que necesite discusión.

Ahora todos los cantantes quieren grabar bachata, comenzando con los más pegados de México, y los que no lo hacen es por ese orgullo patriótico que no los deja bajar la guardia. Pero a pesar de eso el merengue es nuestro ritmo autóctono.

El merengue también sigue siendo el alma de las fiestas aunque no esté de moda. No solo entre nosotros pero entre todos los latinos y de muchas otras nacionalidades no latinas. En mi opinión, la mejor y más grande creación de merengue se produjo en los años 80. Y no es solo letras, arreglos o talentos,  y no importa si eran inéditas o del folclore colombiano. 

Escuchen y pongan atención a esos merengues, parecía como si el artista quería salir por ese micrófono. Realmente había calidad en todos los sentidos y aunque sea con ciertos cambios, aún se pueden hacer cosas parecidas. Pero tiene que surgir gente que no vean tanto su interés personal o monetario, si no también el deseo de crear algo bueno.

*(Miguel Angel Rodríguez es presidente de la filial de Acroarte en la ciudad de Nueva York)