Joseph Cáceres

Desde París

Saludos a todos:

Desde Paris, os escribo, mis amigos, tanto a los que me queréis, como a los hispanófobos de nacimiento.

Sé que muchos me extrañan, pero quiero que sepan que os quiero a todos, aunque mal me paguen.

A quienes me comprenden y aquilatan mis valores como ser humano, un beso.

A los que criticáis mis adjetivos, adverbios y mis tiempos de mi puro español castizo, que no cambio por sus anglicismos ni su jerga bochinchera urbana que revela vuestro retardo mental.

Aquí yo…más devota que Santa Teresa de Calcuta. Más casta que una vendedora de cirios contaminados en el boulevar de Saint Germain aquí en Paris, intentando ganarme unos euros, porque la coña está dificil en España, ostia.

Una España cada vez más jodida y pobre, porque las estadísticas os dicen que tenemos menos futuro.

Y no soy de las que se andan por los arrabales pantanosos, esperando una granizada para beber agua, ni vendiendo crucificados en las puertas de las iglesias a precio de ganga.¡Caninga! ¡De puta madre está la cosa, pero no es para tanto, vale!.

Como os cuento, siempre encuentro para por lo menos beberme una cava o una caña con mis amigos, sin importar que la crisis se refleje en la cara de la gente.

Os cuento que pronto estaré de nuevo en Santo.

Que aunque la situación allí no sea tan casta, por lo menos  es el único lugar donde uno nunca es extranjera.

Lo que hay que tener es "ánimo, ánimo, animo", para no joderse.

Y a los que no me soportan, deberían pudrirse donde no hiedan, porque os aseguro mi regreso navideño.

¡Púdranse!

Carmen Celeste Mateo