Un día para el merengue, errónea estrategia para levantarlo
Por: Miguel Melenciano
Los que han escrito sobre la crisis del merengue se han equivocado. El ritmo autóctono dominicano, no está en crisis.
Las crisis están dadas por un proceso de cambios que amenazan una estructura, y ni el ritmo ni la estructura del merengue están amenazados. Simplemente, es un moribundo que se resiste ir a la tumba.
Lamentablemente, los que luchan hoy por salvar el ritmo, en vez de ayudarlo a salir a flote -tal vez por su desesperación- han cometido errores garrafales en su equivocada estrategia, y lo están llevando, mas rápido que de carrera, a su lecho mortuorio. ¿Cómo, por qué y para qué colocarle un día al merengue?.
No le encuentro explicación, mucho menos sentido. Si el merengue es nuestro y, es el ritmo musical que nos identifica como nación, ¿por qué otorgarle un día?. ¿Únicamente tendremos que recordarlo ese día?, y los otros 364 días del año qué haremos con este ritmo, a quién, o a qué ritmo se lo dedicamos?. ¿Las emisoras no tendrán que programar las orquestas merengueras?.
Creo, si no me equivoco, y para mí ha sido la costumbre, que cuando se le dedica un día a algo, alguien o a un hecho pasado, es porque este hecho, algo o alguien, tuvo una trascendencia o marcó una época, y por tal alcance se busca con ese día su recordación, por y para la presente y futuras generaciones.
Entonces, si le dedicamos un día al merengue, así como le dedicamos un día a la recordación de los fieles difuntos, o a la Revolución de Abril, con esto estamos escribiendo en una lápida, la esquela mortuoria de nuestro ritmo vernáculo.
Y con la designación de este lúgubre día, estaríamos diciéndole al mundo que dejamos de ser la tierra de la sabrosura, propietaria del ritmo más alegre y movido. Que para disfrutar del mismo, tendremos que esperar su celebración el 26 de noviembre de cada año. Descanse en Paz, señor Merengue…. hasta el 26 de noviembre.
Para mi este tipo Malenciano es el peor enemigo que tiene el ritmo del merengue. Siempre haciendo sus comentarios venenoso sobre la crisis del merengue, pero es este ritmo es tan fuerte que nadie lo va a destruir.
ResponderEliminarQue viva el merengue.
Para mí los 365 días del año son de merengues. Es lo que más escucho.
ResponderEliminarElver Dugo
acepto el melenciano con sus comentarios att bruce lee
ResponderEliminarCasi nunca estoy de acuerdo con sus comentarios Miguel, pero en esta ocación me quito el sombrero ante usted, eso mismo vengo pensando desde que se instauró esa fecha para el ritmo, eso inmediatamente me pareció un homenaje póstumo.
ResponderEliminarAl merengue sólo lo levanta que le den oportunidad a los nuevos exponentes, que los músicos y artistas se unan y hagan sentir su fuerza como hacen en otros países con un gremio que se respete, que estúdien música para imprimir modernidad al ritmo ya que todo en la vida evoluciona y cambia, que los músicos colaboren con la Secretaría de Cultura y viceversa, que el Conservatorio Nacional de Música aterrice y entienda que hay que dedicar esfuerzos para también conservar nuestra música no sólo la música clásica.
Luis Santana
Michigan, US
Sería bueno que en vez de dedicarle un día al merengue, las emisoras comiencen a sonar todo los días este género, no podemos conformarnos con un solo día si hay semanas, meses y años
ResponderEliminarBue no despues de esto el merengue sera historia patria, ya lo van a sacar del aire definitivamente
ResponderEliminarJuan Espacio, PR
Entonces, un día al amor porque el amor está muerto, un día a las madres es porque ya nadie las quiere, a los padres por lo mismo, un día del locutor, del cronista de arte, del músico, un día de cualquier profesión... y etc que la vaina es larga, celebrar estos y otros días según Melenciano es solo y unicamente porque la gente no los recuerda o están muertos.
ResponderEliminarSegún su planteamiento no hay celebraciones por homenaje y por justa valoración y reconocimiento, en este caso de nuestro ritmo y por ende de nuestra cultura.