jueves, 12 de diciembre de 2013


ARTE NACIONAL
Por Joseph Cáceres
El exito de Roberto Cavada
Una de las debilidades más sensibles en el manejo del tiempo y de los temas, en la mayoría de las producciones locales de la radio y la televisión, es la carencia del sentido de las pausas. 
Es aparentemente  inocuo, sencillo, pero que sin embargo posee una gran importancia en el necesario proceso para cautivar la audiencia, en un mercado saturado con una oferta de centenares de canales, de aquí y de fuera, con mucha gente haciendo lo mismo. 
Se van a una tanda de comerciales solo cuando el entrevistado ya ha agotado el tema, lo que tienta al televidente a explorar otras opciones con solo apuntar y disparar con la "pistola asesina" en que ha devenido el control remoto, que los televidentes portan como "arma de reglamento" . 
Y es que en entrevistas y reportajes se agotan de un solo tiro las posibilidades de una información o de un tema, que si bien es cierto el televidente ha disfrutado con fruición, era necesario administrar para sacar mejor provecho al interés de la gente. 
El "vamos a una pausa, y cuando regresemos", es parte de una promesa y una expectativa con la que se  juega con el interés de la gente, que se puede emplear de una manera racional y sin provocar molestias. Lo mismo que dejar una pregunta importante en el aire, para que sea contestada "luego de la pausa". 
Son solo dos ejemplos, que hasta pueden lucir "cliché", pero que se corresponden con una fórmula infalible, que de hecho siempre ha sido empleada en los seriales y películas que se transmiten en la televisión, cortando para pasar a los comerciales en los momentos culminantes o de acción.
Se trata de una técnica bien pensada y probada, que no solamente favorece al programa, sino a los anunciantes y patrocinadores que se benefician de la audiencia cautiva. 
Quien mejor maneja este recurso aquí, hay que decirlo, es Roberto Cavada.
Algunos dirán que es un pestiche, un estilema acopiado de programas foráneos, sin reparar en el hecho de que en el fondo  es una coartada para seducir al televidente, que en definitiva es quien debe ser individualizado para el disfrute de los contenidos. 
En términos de resultados es lo que le ha permitido a Telenoticias, emisión nocturna, meterse  a los demás noticiarios en un bolsillo. 
Esa emisión de Cavada en Telesistema ha marcado la diferencia, porque ha roto con los convencionalismos caducos, los patrones predeterminados, los códigos desgastados y empobrecidos de noticias leídas y hechos narrados, en base a esquemas ya prescritos.
Si me pasé, perdónenme la franqueza..

4 comentarios:

Se valora el envío de comentarios no ofensivos apegados a la moderación.
NIURKA BAEZ,
Moderadora de comentarios