Joseph Cáceres

El autor y compositor dominiano Manuel Jiménez, sin lugar a dudas ha tenido un año extraordinario.

Se puede cdecir que ha sacado la cara por la composición dominicana, en un ambiente "alicaído", de "covers, "fusilamientos" y adaptaciones, como las que prevalecen hoy en día en la salsa, el merengue, la música urbana y parcialmente en la bachata.

Fue el autor de la canción Loma Miranda, que se convirtió en el himno que acompañó al pueblo en la victoriosa lucha para preservar ese símbolo de nuestros recursos naturales.

Luego, estrenó "Libertad, Libertad, Libertad", una de sus canciones mejor elaboradas y de más profundo contenido patriótico e histórico, que estrenó el 26 de enero en la Asamblea Nacional, convirtiéndose en el mejor homenaje musical jamás conocido al Padre de la Patria Juan Pablo Duarte, al conmemorarse el bicentenario de su natalicio.

El Congreso Nacional declaró la canción Patrimonio cultural de la República Dominicana.

Pero como si fuera poco, fue el ganador del concurso del himno que ahora representa los países de Africa, el Caribe y el Pacífico, en la asamblea parlamentaria de los ACP/UE, considerado ello una verdadera hazaña, que ya convierte en eterno a este insigne autor nuestro.

Obtuvo el galardón internacional con  "Sendero", el cual se interpreta en los cónclaves de los países africanos, así como los del Caribe y el Pacífico que  forman parte de la asamblea parlamentaria.

"Libertad, Libertad, Libertad", que fue estrenada el 15 de noviembre pasado, cuenta con una elevada exaltación patriótica, conmemora el bicentenario del natalicio de Juan Pablo Duarte, los 150 años de la Restauración, el centenario del natalicio de Pedro Mir, 50 años del gobierno democrático de Juan Bosch, y los 50 años de Las Manaclas y Manolo Tavárez Justo.

Jiménez ha realizado este año 25 presentaciones a todo lo largo y ancho del país.

Se le acredita que su tema "Derroche", que fue grabado por Ana Belén, Victor Manuel, Julio Iglesias, y otros intérpretes, además de haberlo popularizado aquí en su voz, fue uno de las últimas grandes realizaciones de compositores dominicanos proyectadas hacia el exterior.

Este año, no hay duda, que Manuel Jiménez ha desarrollado una labor incomensurable, que dificilmente alguien pueda comparar a la de otros, limitados a campos convencionales  donde impera la trivialidad y la insulsez.