Infidelidad S.A., una empresa muy lucrativa

En Chile tenemos un antecedente en la crisis los ‘80, cuando Santiago se llenó de moteles, casas de masajes, “café con piernas” y otras variantes de negocios donde acudían –día a día y noche a noche– miles de hombres y mujeres casados a echar una "canita al aire". También se multiplicaron las empresas de investigadores privados, las adivinas, los teléfonos y chats “eróticos", entre otros.
Dentro de los negocios que se nutren del amor clandestino, hay uno clásico y que convive con todo el modernismo: la prostitución. Obviamente, ha habido profundas transformaciones en la oferta y la demanda. Por ejemplo, la integración de extranjeras. O de estudiantes universitarias que –a cambio de sexo- reciben el dinero que requieren para pagar los costosos aranceles de la educación con fines de lucro. Lo hacen, por ejemplo, respondiendo a avisos como el siguiente (real): "Profesional, buen nivel social y económico, ofrece ayuda económica a cambio de sexo. Las prefiero de cuerpo normal o delgadas. Abstenerse trabajadoras sexuales. Valor de la ayuda a conversar. Interesadas, por favor, contactarse".

La demanda crece y crece. Por ejemplo, se sumó un nuevo segmento: los no "farreros", que se recogen temprano e, incluso, pasan a buscar a la señora al trabajo. Miles de hombres que son infieles de día porque hay ofertas para serlo. Y surgen negocios tras nergocios, como el de los británicos Edward y Lucinda Hale, que inventaron una liga con microchip para detectar la infidelidad en mujeres: el dispositivo controla el ritmo cardíaco de la arteria femoral y el grado de humedad de la infiel. En caso que la adrenalina y la temperatura suban por estar con quien no debe, automáticamente le llega al engañado un mensaje de texto… Aunque la infidelidad es tan vieja como el hilo negro, es Internet la que la ha convertido en un negocio increíblemente lucrativo. Si la idea es tener una aventura de forma rápida y sin dejar rastro, la web ha sido el mejor aliado.
Otro lucrativo negocio fue creado en 1999 por un grupo de argentinos. Se trata de “Zcuza”, una empresa de coartadas y encubrimiento “con el más alto nivel y profesionalismo”, según su publicidad. Al nacer, la empresa se describió como “la primera agencia latina de coartadas personales", con 18 actores y creativos, como ellos se definían. El 2000 ya estaban cubriendo todo Argentina y países limítrofes.
Lo más probable es que el vertiginoso aumento de negocios ligados a la infidelidad haya sido uno de los efectos del modelo económico implantado en Chile en la década de los ‘80, que busca ofrecer al mercado todo lo que se presume tendrá demanda. Y como la demanda es cada día mayor, la plata es muy “dulce" porque es muy fácil sacarle una enorme plusvalía al gorreo…
El viejo dicho dice que “la ocasión hace al ladrón…”. ¿Será que el frío e impersonal mundo del dinero descubrió que en cada mujer y hombre hay un potencial ladrón, perdón, potencial infiel, y decidió brindar “la ocasión” en las más variadas e imaginativas formas?
Por Patricia Collyer, periodista y psicóloga.
Y uno puede tener la mejor mujer en casa que cumplan con todos los requisitos que buscamos y siempre seremos infieles hasta con el pensamiento.
ResponderEliminarLa infedilidad es algo natural del ser humano,somos poligamos por naturaleza, el hecho que sea criticable y censurado viene de un aspecto religioso y a la vez se ha convertido en algo moral y hasta de dignidad.
ResponderEliminarPero la verdad es esa,no somo fieles,en este articulo se habla de economia y otras cosas,que va !!,lo que esta ocurriendo es que estamos en un momento de libertad con este mundo globalizado,ese cambio tenia que venir,peroooo no estoy deacuerdo con la deslealtad y la desconsideracion, eso es otra cosa,pero fidelidad es un cuento de hadas,solo que algunos lo practican y otros no,elemental mi querido Watson ....
Oh mar gar....que deshorden. Hay que tratar de dirse pa'marte, porque nardie se va monton.
ResponderEliminarcapotillero,ellas tambien nos hacen lo mismo,un poquito mas discretas
ResponderEliminarSomos animals no!
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