viernes, 13 de diciembre de 2013

Los animales en la finca, fábula navideña
Por Orlando Holguín
En una casa campestre de una inmensa finca alejada del bullicio urbano y cuyo propietario era un exitoso empresario, había un cerdo, un pavo, un pato y un chivo. Se acercaba la navidad, época de inminente peligro para cualquier animal comestible. Todos en el lugar sabían de las despampanantes fiestas que preparaba el empresario durante todo diciembre, mes en el que el apetito por la carne y el alcohol van de la mano.
El primero de diciembre, el pato, el chivo y el pavo, caminando lentamente se acercaron al cerdo y le rodearon con rostros acongojados.
-¿Qué pasa? -preguntó el cerdo, dando una mirada a cada uno. 
-Amigo mío, es navidad, habrá muchas fiestas y sabemos que usted y los demás cerdos corren un grave y terrible peligro -contestó el chivo. 
-¿Y qué importa que sea navidad? Nadie aquí mata un cerdo, pues tengo un amigo cercano al presidente de la república y me garantizó que nadie nos tocará.  Dicho esto, lo mejor que pueden todos los chivos, amigo, es tratar de brincar la cerca, antes que les llegue una hecatombe -masculló el cerdo.
El chivo, masticando algo, miró a todos y dibuja una sonrisa.
-A mí, ni a los demás chivos de la finca se atreve alguien a ponernos la mano encima. Tengo un honorable diputado que es como un hermano. Así que diciembre no nos preocupa en lo absoluto. 
Diciendo esto, el chivo dirigió su mirada al pavo.
-¿Qué piensa hacer, entonces, señor pavo?, porque parece que ustedes van a ser los elegidos para satisfacer el apetito de los invitados -dijo el caprino.
El Pavo, abriendo su cola orgullosamente, rió a carcajadas. 
-Soy amigo de un alto funcionario, dudo que alguien ose decir “maten cinco pavos”. Ahora bien, mucha gente querría variar las comilonas navideñas y dar gusto al paladar saboreando unos sabrosos patos al vino -argumentó el pavo.
El pato lo tomó con suma calma.
-Nadie se atreve a meterse con nosotros. Soy amigo íntimo del síndico, y él me prometió que sólo por encima de su cadáver aquí se mataría un solo pato.  
Pasaron los días, y el 15 de diciembre por la tarde el dueño de la finca estaba conversando con su esposa en un espacioso y elegante gazebo. Los cuatro animales se acercaron para escuchar la conversación.
-Debo hablar con Andrés, pues para acá viene de invitado el señor presidente de la república, el cual pidió pavo horneado. También vienen con él algunos altos funcionarios que  quieren  comer unos ricos patos al vino. Por supuesto que mi amigo el síndico no puede faltar. Él no come cerdo, tampoco pavo, por lo que pidió un rico chivo con moro de guandules. 
Los animales se mostraban inquietos, mientras el empresario siguió hablando.
-También vendrán algunos honorables diputados, que  quieren cerdos asados. En total tendremos 62 invitados. 
La mujer, con curiosidad, le preguntó cómo iba a resolverlo, 
-Aparte de la distinción con el presidente, los demás son todos importantes amigos. Hablaré con Andrés para que mate dos cerdos, tres pavos, ocho patos y dos chivos. Así todos quedan complacidos -dijo el hombre a su esposa.
Al escuchar esto, los cuatro animales se miraron muy preocupados. Se hizo un    silencio sepulcral, tan rotundo, que se podría escuchar la caída de la pluma de una cigua palmera al impactar con el suelo. Fue el chivo que, luego de suspirar,  dejó escapar una frase casi lapidaria.
-¡Mierda! Los políticos aun estando en desacuerdo, de alguna forma se ponen de acuerdo para fuñirnos.

4 comentarios:

  1. Y asi disen que solo yo ablo de los boricua este articulo fue escrito para ello,

    Ellos son los animales y puerto rico la finca.

    Y tanto que me joden cundo yo le digo los que se meresen a eso animales.

    ATT UN CAPOTILLERO PENSIONAOOOOOOOOOOOOOOOO

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  2. De todo el relato, me gusto -por cierto- la última frase:

    "!Mierda! Los políticos aun estando en dasacuerdo, se ponen de acuerdo, para fuñirrrrrrrrnos".

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  3. Jaja,muy buena analojia para compararla con el pueblo q ain piensa q los politicos cumplen promesas...gran falacia!!!

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  4. Jaja,muy buena analojia para compararla con el pueblo q ain piensa q los politicos cumplen promesas...gran falacia!!!

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NIURKA BAEZ,
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