Por: Miguel Melenciano
New York, NY.-En estos momentos, en que el gobierno realiza una campaña para motivar las inversiones económicas extranjeras, e incrementar la llegada de turistas a suelo quisqueyano, me llegó a la memoria la cuantiosa inversión que hiciera el empresario artístico Félix Cabrera cuando adquirió el vetusto hotel Montaña, antiguo hotel Trujillo de Jarabacoa.
Este hotel permaneció abandonado por años, sin que ningún empresario nacional, pero mucho menos extranjero, se atreviera arriesgar la faja invirtiendo sobres los escombros de lo que una vez fuera, lugar de cherchas y jolgorio, con la que el dictador impresionaba a mujeres, amigos y personal diplomático de la época.
Al parecer un día, en el que la melancolía que traen los dulces y gratos recuerdos vividos del pasado, en el que nos despertamos rememorando y añorando hermosos momentos que permanecen en nuestra mente, hizo que el empresario Cabrera cometiera, lo que después calificaría como uno de los peores errores de su vida: arrendar el hotel Montaña.
Conversando con el emprendedor empresario, me di cuenta que yo no estaba equivocado, y que mi presagio se convertía en una verdad absoluta. El sentimiento y esas emociones extrañas, que a veces acogen a los seres humanos en un momento dado, hicieron que Cabrera rentara los cimientos, sobre lo cual construiría, el nuevo hotel Montaña de este siglo.
Resulta y viene a ser, que fue en este lugar, en donde los padres del empresario contrajeron matrimonio, y en honor a esa alianza eterna, éste hizo el intento de devolver la vida al paradisiaco lugar, como si con ello reviviera en él y sus hermanos, el voto de compromiso perpetuo.
Todo estos sueños se truncaron, con una construcción casi terminada, ante las acidas críticas que recibió el empresario tiempo atrás, quien, en aras de mantener su honor y honradez, decidió por motus propio, rescindir el contrato de arrendamiento del hospedaje que generó muchos años de feliz matrimonio.
Pero también se tronchó el deseo de una comunidad, que lucha por reducir la tasa de desempleo de sus habitantes, siendo este, uno de los mayores retos que enfrenta el gobierno, antesel azote de la crisis mundial.
Hay que ver que en este mundo, cualquiera "saitapas'trá" se atreve a escribir de cosas que retratan de cuerpo entero la ignorancia, y se presumen de eruditos. Por lo escrito, este Sr. no tiene la capacidad de decir nada. La intríngulis de este caso, estaba ligada intrínsimente a la corruptela, al trafico de influencias. Si se hubiese hecho contrasparencia y decoro, sería una inversión que sin lugar a dudas veneficiaba a la comunidad y al país. Pero no, no se dice nada de eso, para que como siempre, querer tapar el sol con un dedo.
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