Dirán algunos que es una broma, un chiste, eso de las monjas cerveceras de la foto...
Pero acontece que muchas veces, las cosas son más reales que lo que cualquiera se imagina.
Ya lo contamos en una ocasión, pero ahora que las monjitas están en el tapete, hasta dando a luz, no está de más refrescar la historia.
Sucede que frente al Asilo de Ancianos de la carretera Sánchez, atendidos por una congregación de monjas, había un colmadito que suplía a la vecindad.
Todos los sábados en la mañana cruzaba al colmado desde el asilo una monjita a comprar unas cervecitas "para cocinar".
Se llevaba dos y tres botellas de cerveza, y cada vez que las pedía incluía la coletilla de que eran " para cocinar".
Todos los sábados era lo mismo. Invariablemente a eso de las once de la mañana llegaba la monjita a buscar cerveza "para cocinar".
Y la dueña del colmado, siempre muy gustosa, despachaba la cerveza "para cocinar" a las monjitas...
Sólo que había un detalle, que no le cuadraba a la doña del colmado.
Y era, por qué si las cervezas eran "para cocinar", la monjita pedía siempre que estuvieran "bien frías".
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Hogar de ancianos santo domingo savio en el km 10 de la sanchez o independencia (los km) cuantos gratos recuerdos de los km en los ochenta.
ResponderEliminarOh, mai gai!!!!! Las monjas se le para "la cosita" como a todas las viviente. Ese deseo de carrrrrrne es constante, por esta razón estoy de acuerdo de que se deje esa falacia y hagan su hogar como Dios manda, que estar encondías haciéndolo más deseado por ellas/os.
ResponderEliminarY quien ha dicho que no pueden tomarse sus cervecitas? Lo qué no DEBEN hacer es embriagarse. Lo mismo que pueden acompañar una buena cena o un almuerzo con un buen vino... Eso ni tiene nada de malo.
ResponderEliminarTu te bebes tus cervecitas con las monjas en el asilo?
EliminarHacen unos vinos deliciosos!
ResponderEliminarY como se llama el vino de monja.
ResponderEliminarSevino la monja