EL MEJOR ESPECTACULO DE HUMOR DEL 2013

Cuando vino al país por primera vez el circo los muchachos, y se llevó a Julio Sabala siendo apenas un niño, nadie imaginó que se convertiría en uno de los mejores imitadores del mundo.
Sabala, siendo un muchacho, recorrió el mundo con el circo, lo que le permiti'o adquirir una formación y una disciplina para el espectáculo, que le ayudó luego a convertirse en una primerísima figura del entretenimiento como imitador.
Empezó por Nueva York, cuando todavía nadie lo conocía.
La historia de su trayectoria nos toca de cerca por el hecho de que fuimos los primeros en destacar su talento y su incipiente pegada, cuando escribimos de él en la revista Galería de El Nacional cuando iniciaba sus actuciones en la ciudad de Nueva York.
De eso hace 25 años, los cuales estuvo celebrando con gran éxito en el Teatro Nacional.
Confieso que fui a verlo un tanto prejuiciado, pensando en que iba a ver más de lo mismo.
Grande fue la sorpresa que me llevé, con este Julio Sabala transformado para los tiempos, con un espectáculo lleno de gracia y vitalidad, que le ha puesto más chispa a sus rutinas, empleando ahora tecnología de punta, como ha sido el uso de pantallas led, y el uso del recurso de proyección de imágenes realmente formidable.

No había gozado tanto en los últimos tiempos como esa noche, con este espectáculo de humor de Julio, que desde ya considero como el mejor  que se se presentó en el país en el 2013
Sencillamente estupendas, hilarantes, no solo las caracterizaciones, sino el choteo, los chites, las bromas, hasta la improvisaciones le quedaron bien.
Todas las caracterizaciones que ha creado, pero desde una optica distinta, ligera, más chispeante, e hilarante, donde los personajes parecían adquirir nueva vida, y nadie puede escapar de las sátiras, a los políticos, a los del mundo social, artístico, con una especie de látigo con el que fue golpeando a todos, aunque de manera jocosa y divertida.
Es enorme la capacidad de dominio escénico  que tiene Julio en show interactivo con el público, haciendo que a uno le falten mandíbulas para reirse. Un histrionismo preciso, sin desperdicio, y una capacidad también de improvisación asombrosa, verificable en la manera desenfada, sin muletillas  ni limitaciones con que aborda los diferentes temas que trara.
Julio quiere presentar ahora ese espectáculo para todo el pueblo en el Palacio de los Deportes.
Ojalá y se de, para que muchos tengan la oportunidad de ver el mejor show de humor de los últimos tiempos.