Joseph Cáceres

Hay variopintas formas de llamar la atención.

Si os place, os puedo decir algunas, vale, a tontas y a locas.

Puede ser por ejemplo que te cuelgues de la cornisa de un edificio, como al que llamaís  aquí El Huacalito, y que de repente, vale, comenceis a gritar:¡Que me tiro!, !Que me tiro!, para que la gente salga corriendo a verte, y manden a buscar hasta a los bomberos, que nunca llegarán, por supuesto, ostia, 

El problema estaría en que si no os tirais, la gente puede enojarse porque la habeis engañado; perderías credibilidad, y pudiera ser que en venganza sean ellos los que os lanceís desde el décimo piso por mentiroso y mentecato.

Entonces ello será como poner culo en pompa

Otra manera de llamar la atención sería lanzarle un zapato a Leonel en la Fundación Global, como se lo hicieron a George Busch,  ¡qué pelmazo!. Vereis tu foto al día siguiente  en todos los diarios, aunque con lo burra que es la policía de aquí, tu zunda nadie os la evitaría. 

También pudiera ser una buena manera de llamar la atención, quemarte como un gongo en plena plaza Independencia en protesta porque le aplicaron el ITEBIS a productos de consumo masivo.

Conveniente sería, que encarguéis a alguien que te apague y no permita que te achicharres hasta convertirte en ceniza, porque entonces si quedáis muy chamuscado, ni los perros darían cuenta de tus despojos. Cruel, verdad? La automatización sería un buen recurso para llamar la atención. ¡Qué guay!. ¡Pero sin petarla!

Hay maneras más difíciles de llamar la atención, que no os recomiendo, por ejemplo inventaros una vacuna, descubrir un planeta, escribir un libro, dibujar una obra de arte.... pero son maneras  muy difíciles, por lo que os recomiendo mejor apelar a las más fáciles sin tener que flipar.

Por ejemplo, una fácil es la de la ahora actriz Celinés Toribio, quien ingirió un pescado con ciguatera que le habeis provocado una churreada,  por lo que la internan un día con alerta a la prensa, y la tía aprovecha para retratarse y publicar fotografías con una gorra de promoción de la película María Montez.¡Gilipollas!

¡Vaya usted a ver qué chupete de enferma os gastais!.

¡Pero por dioscristo!. En plena cama de hospital, con una gorra de promoción de una película, y sonriente, vale, ¡qué morro tenés!.¡Qué putada! La sacas el marco de los triste y patético que suele ser estar internado en un hospital, cuando hay cosas que talvez se curan con terapia o con Betadine. ¡Guay!

Son cosas que me cabrean, vale..........¡Joder!. ¡A joder a otro!