Joseph Cáceres

Las críticas llueven contra gran parte de las jóvenes conductoras de programas de la televisión, debido a sus notables deficiencias de formación y en razón de que solo se preocupan por exhibir cuerpo y figura.
Algunas procuran solo "amueblarse" el busto y el trasero, dejándose la cabeza hueca, carenciada de conocimientos, lo cual les impide un adecuado desempeño.
Deberían agenciarse una mudanza de conocimientos hacia el cerebro de manera que puedan asumir con propiedad y rigor su rol en la comunicación.
Sería injusto, sin embargo, sólo señalar el mal en las presentadoras de la televisión, las cuales están como "el dedo malo, que todo se le pega".
En la crónica de arte también hay tela por donde cortar, si observamos y escuchamos a Gabriela Melo en la radio y la  televisión cometiendo errores y faltas que lo que dan es pena.
Hace poco entrevistaba a un artista internacional para el noticiario de Telesistema, y quienes la escucharon en su atolladero sintieron la vergüenza ajena.
Hasta el artista, al final de la entrevista, se burló de ella, en una conversación con su manager.
Apena que la mayoría de las mujeres dominicanas  de nueva generación en la comunicación no esté a la altura de sus compromisos y responsabilidades.
Lo peor de todo es que ellas creen que están bien,  que "se la están comiendo", como dicen, por el mundo de superficialidad, trivialidad y fantasía en que viven, usando la televisión como vitrina,  sin que nadie les corrija, las aconseje,  ni enmiende la plana.