RUMBO AL SOBERANO

Las misma mantequilla al pan con mantequilla...

Acroarte decidió excluir este año las categoría Concierto y Espectáculo Popular del Año debido a la escasez de presentaciones, porque para nadie es un secreto que el 2013 fue un año malo para el negocio. 

Practicamente ningún criollo hizo nada. Y de lo poco que se presentó, lo que hubo fue "híbridos", "cho buey", "chow fán", como si se tratase de un restaurante de comida china, donde se mezclan varios ingredientes en los platos. Y no voy a explicar por ahora el concepto...

Hasta la mayoría de los empresarios  que presentan conciertos con artistas internacionales se "agacharon", y no fue sino a final de año cuando algunos se arriesgaron y sacaron la cabeza. Algunos de ellos con grandes pérdidas, debido a los costosos espectáculos que trajeron, que en algunos casos alimentaron el comentado tema de el "lavado".

No deberían decir que esas categorías no debieron quedar desiertas porque Milly presentó un concierto en la Plaza de España en Navidad titulado "La Parranda de Milly", un invento de Pedrito Núñez auspiciado por el Ministerio, abierto para el público, en la modalidad de incluir los famosos invitados que suben a cantar con el artista, algo que todo el mundo hace como atractivo para reforzar la pobre propuesta que en  producción a veces llevan a escena.

Aquí se ha relajo mucho con eso de los espectáculos, después que la categoría se abrió  a los que se hacen gratis para el público, algunos de los cuales ni siquiera carácter artístico tienen, sino promocionales.

Bueno sería que se retomara la exigencia de que se premia solo aquellos donde la gente paga por ver a los artistas. No los  que se hacen para promover cervezas, telefónicas, compañías de televisión por cable y entidades del gobierno.