Joseph Cáceres

UN PAIS RODEADO DE AGUA Y SIN MARISCOS

Parece mentira que siendo el nuestro un país rodeado de aguas marinas, tenga usted tantas dificultades para encontrar un buen restaurant de Mariscos.
El Marisco  Centro que se instaló en la 27 de Febrero resultó un fiasco, pero nos dice Chelo en Nueva York hace poco que el mismo no estaba bajo su dependencia, sino que se le había arrendado a unos peruanos.
La experiencia que allí tuve no fue muy grata que digamos, aunque no puedo decir lo mismo del Marisco Centro de Santiago, que es excelente.
Hay honrosas excepciones, como el Iberia, que tiene muy buenos platos en la línea de pescado, pero me gustan más las gambas del Mesón de la Cava, al ajillo. En el restaurant Sully, que es una pescadería me fallaron dos veces con la Paella Marinera y le hice "cruz y raya". Me quedo sin embargo con el salpicón de mariscos que allí hacen.
Boca Marina y Neptuno, en Boca chica, se mantienen más o menos con una buena oferta en materia de mariscos. Prefiero la paella marinera de Boca Marina, pero me voy con la Cazuela de Mariscos  de Neptuno, la misma que tanto le gusta a Julio Iglesias cuando va con sus zapatos sin medias al lugar de noche o de día, antes de irse a vivir a Miami, naturalmente.
El problema está en que el país debería tener una mejor y  mayor oferta en gastronomía en cuanto a mariscos.
No es que pretendamos que se pesquen los camarones gigantes de Nueva Zelanda, ni las langostas de cola grande de la Baja California, mucho menos el crag o cangrejo gigante de Alaska. Cada región en sus aguas en lo suyo.
Y que conste, que en el país se produce muy buena pesca. He visto los sacos de camarones de Sánchez que los pescadores envían a los restaurantes, señal de que buscan y encuentran.
Por lo menos ya dejaron de hacer lo que antes hacían, y que dificultaba el abstecimiento de mariscos criollos en los restaurantes y pescaderías.
Loas grandes barcos pesqueros chinos, coreanos, y hasta japoneses, se fondeban en aguas limítrofes a esperar que los pescadores dominicanos les llevaran su pesca, la cual le pagaban en dólares.
Los pescadores le ganaban más a su pesca, y en vez de venderla a pescaderías y directamente a restaurantes, en pesos, cobraban sus cuartos en dólares  que les pagaban los barcos pesqueros y camaroneros, que trabajaban en el área, pero también hacían acopio del producto de otros.
Mientras le vendían a esos barcos tremendas langostas, camarones, peces, comercializaban aquí la sobra  de camaroncitos y pecesitos chiquitos que los barcos no  quieren.
Una gran paradoja, que para usted darse un "caretazo" con una buena langosta, tenga que irla a pedir a un restaurant extranjero, sin darse cuenta de que fue extraida de aguas dominicanas.
Lo paradójico es que usted va a la góndoda del Supermercado Nacional, y se va a encontrar con tilapias importadas, mero basa, atún lenguado, dorado. O sea, que hasta para consumo local, están importando mariscos.
Lo mismo ocurría con una empresa de exportación de vegetales que había debajo de la oficina del programa Enhorabuena y Caribe Show, que envasaban unos ajíes, papas, tayotas, gigantes  para exportación a los Estados Unidos, mientras aquí en los supermercados y mercados lo que aparecían eran "rabizas".
Recuerdo que con un par de pesos que le daba a los envasadores, me preparaban unos buenos paquetes de vegetales gigantes para la casa, y era la manera en que podíamos consumir esos productos al mismo nivel del que se vende en las tiendas y sueprmercados de Estados Unidos.
Es decir, aquí hay de todo.  Solo que lo exportan, y para nosotros aquí comerlos, tenemos que hacer un viacrucis , una hora santa y una procesión.
Similar al caso de la ropa que venden en Macy de Nueva York, fabricadas en las zonas francas dominicanas.
Ropa hecha aquí, de mucha calidad, la tiene usted que comprar fuera, y pagarla en dólares.
Deberían por lo menos montar una buena fábrica para los "indios" dominicanos...
El problema es que de inmediato, si es para consumo local, le  bajan la calidad.

A los vegetales, como son para exportación, le bajan el nivel tóxico porque de lo contrario en Estados Unidos se los rebotan.
Los que son para el consumo local, son puro veneno por la cantidad de plagicidad con que son tratados.
Y ni así pueden con el dominicano...¡ni envenándonos!.
Solo hay que ver que un niño gringo viene al país y de inmediato se enferma, porque algo le hace daño...el agua, la comida, la leche. En cambio los carajitos dominicanos son inmunes, nadando en las cunetas, comiendo cosas que se les caen, las recogen y hastas se la comen sucia de tierra, y no le hace daño.
Y es que hasta los niños dominicanos son "a prueba de bala", "duros de matar".

LA CARNE FRITA DE JUAN EN "LAS TRES B" EN PANTOJAS

Dicen algunos que solo hablamos de restaurantes finos en nuestro Control de Calidad, para "echar vainas".
La gente es así, uno trata de orientarlos sobre los mejores lugares, y algunos se lo encuentran mal.
Deberían agradecerlo, como agradecemos nosotros a quienes nos orientan sobre los lugares de todo género que ofrecen mejor servicio.
Es muy bueno cuando usted va a un taller, a un abogado, a un médico, bien acreditado, porque alguien lo ha orientado.
Comer en buenos restaurantes es uno de los grandes placeres de la vida que cualquiera desea darse.
Lo único a tomar en cuenta es que se trata de un gusto que sale caro, siempre y cuando usted no vaya a un restaurante a comer "arroz, habichuela y carne", como hacen algunos que piden lo mismo que comen en su casa, con el agravante de que lo pagan diez veces más caro.
Esa es la estupidez más grande de mucha gente con mentalidad de Tubérculo Gourmet, que van a los restaurantes a darse su "jartura de arroz".
Descubrir los secretos de un chef experto, gourmet, es algo que no tiene precio, siempre  y cuando usted tenga una Mastercard, claro está.
Hay que orientarse dónde va usted a gastar sus chelitos, que en este acaso a veces no es "paja de coco", como pudiera pensarse, cuando le tiran una cuentecita de 2o o 25 mil pesos, en una cena para tres.
A veces sin satisfacer las expectativas que usted tenía con un plato, porque si algo deberían saber es que el restaurante es el establecimiento de servicio donde más errores se cometen.
Lo que sucede es que muchos no se dan cuenta, por su falta de cultura culinaria y gastronómica.
Pero bueno, si uno se lleva de alguna gente no hace ni dice nada. Voy a seguir escribiendo de lugares en nuestro Control de Calidad.
Esta vez no les voy a hablar de un restaurante, sino de un lugar popular.
Les invito a que vayan y prueben la carne frita de El Pequeño Chimi, con Juan en las Tres B de Pantojas, al lado del Indotel.
Ahí si hay...Es una friturería excelente con los mejores tostones, fritos de batata, que no por estar en la calle disminuye su higiene y calidad.

SUBIENDO LOS PRECIOS

Hoy estuvo en Supermercado Nacional y pude ver a un empleado cambiando los precios  de casi todos los productos enlatados, conservas, etc.
Cualquiera pensaría que algún impuesto provoca el alza, y no es así.
Sencillamente es una actitud medalaganaria de comerciantes que con la entrada del año aprovechan para subir los precios de los artículos, como pude ver que de 130 lo llevaban a 160, y así sucesivamente, "clavándole" a los consumidores 30 y 40 pesos de aumento en cada artículo, sin que nadie pueda impedirlo.
Son unos bárbaros...