Joseph Cáceres

ARTE NACIONAL
Por Joseph Cáceres
DESCALIFICACION GENERACIONAL

En los años 70 en que iniciamos  esta columna, (hace 41 años ya, el tiempo vuela), en el mundo del arte y el espectáculo habían dos temas predominantes en el ambiente.

El de la Nueva Canción, llamada de "protesta", y el tema de la "liberación femenina".

No había rueda de prensa donde se dejara de preguntar  a los artistas: ¿qué opina usted de la canción protesta y de la liberación femenina?.

Los artistas internacionales venían al país cargados de noticias frescas, pero a los cronistas sólo les interesaba saber su opinión sobre "la canción protesta y la liberación femenina".

Y claro está, ello era parte de la efervescencia del momento, como expresión de un arte contestatario, pero el tema convertido en cliché llegó a saturar, pues devino en un recurso  para "salir del paso" de periodistas que no sabían qué otra cosa preguntar.

Y otra pregunta cliché que tampoco se quedaba era "¿qué le ha parecido la República Dominicana?", formulada muchas veces a cantantes extranjeros que llegaban por primera vez al país, que ni siquiera habían salido del aeropuerto. (Antes se recibían artistas  con la prensa en la terminal aérea).

Pues bien, el tiempo ha pasado y desaparecieron las preguntas sobre la canción protesta y la liberación femenina.

Pero el desfasado recurso de hacer preguntas gomígrafos se mantiene aunque, con una variante temática.

No hay artista veterano, cantante, locutor, músico, al cual en las entevistas se le deje de preguntar sobre el arte del pasado para que establezca una comparación con el del presente.

Todos dicen lo mismo. Coinciden hasta con las expresiones y calificaciones de que los tiempos pasados fueron "mejores", que el medio artístico se ha "cualquierizado", que ya no hay cantantes, locutores ni músicos "buenos". En fin, establecen una escala con juicios de valores que no decimos carezcan de fundamento, pero que se reiteran tanto, que desde que uno  a una ve a figura de antaño en una entrevista, ya espera de manera automática las consabidas respuestas en torno al pasado y el presente.

Uno puede hasta repetirlas con ellos...

Dicen que esa es la más auténtica expresión del envejecimiento, pues la gente del pasado no acepta practicamente nada de lo que se propone en el presente.

Pero no crean que se trata de una  sintomatología de ahora, de los actuales tiempos...

En los 70 la generación de artistas de La Voz Dominicana de los años 50 hacían lo propio con Johnny Ventura, Wilfrido Vargas y otros merengueros diciendo que no hacían merengue, sino "fuñemengue".

Y uno de ellos era Joseíto Mateo, los músicos de la orquesta Santa Cecilia, y otros veteranos y "clasicos" de esos tiempos.

El tema  y la actitud es cíclica.

Una generación descalifica a la otra...Porque igual hacen los nuevos exponentes con los del pasado, para los cuales aquellos están desfasados y obsoletos.