LECTURA DOMINICAL

David Bisbal: "Todas las empresas necesitan márketing y yo, también"

Consigue despertar los elogios de las encargadas del departamento de prensa porque es "gracioso y trabajador". Se gana a los fotógrafos, a quienes regala poses vistosas. Y también al entrevistador, al que recibe con dos besos sonoros y nunca mete prisa. David Bisbal es superprofesional. E incansable.

-Nuevo disco (Tú y yo), nueva gira, promoción, un programa de televisión... ¿cuántas horas seguidas ha llegado a trabajar? 

-Hay días que me levanto a las 6.30 de la mañana para empezar en los programas de radio y televisión matutinos, y luego me he acostado a las 2 de la mañana ensayando. Pero este trabajo también está lleno de jornadas muy tranquilas en las que, por ejemplo, uno se puede ir a jugar al fútbol con los amigos. Se compagina bien. 

-¿Consigue pasar un día entero sin firmar autógrafos o sin hacerse una foto? 

-Uhm, todo el mundo tiene hoy su teléfono y a todo el mundo le gusta hacer un selfie.  Pero no me molesta. Si pongo en una balanza las cosas positivas y las negativas que hay en mi vida, la balanza se inclinará claramente al lado positivo. En el trabajo siempre hay cosas que generan esfuerzo pero el mío es hermoso. ¿Lo que no es tan bueno? Mi vida es demasiado pública, pero es llevadero. 

-Al salir de Operación Triunfo dijeron de usted que era un diamante en bruto. ¿Qué ha pulido desde entonces? 

-Los rizos no sé si los he pulido pero los he cortado y les he dado forma (Risas). Creo que he ido mejorando con el tiempo en el aspecto musical. Y como persona. El tiempo es tan sabio y bondadoso que te hace evolucionar. De hecho, ya casi no da ni patadas al aire... Menos. O ninguna. Hice una gira más acústica, en la que me centré en la parte musical, y las patadas no encajaban.  Entonces traté de dar a conocer un David Bisbal diferente, con un sonido más conceptual.  Ahora he vuelto al pop y a los conciertos más grandes, pero no me ha apetecido. Quizá algún día, con la efusividad de la gente, me salga de nuevo. 

-Su nuevo disco, Tú y yo, ha sido presentado como una evolución hacia el pop internacional. ¿Sus gustos o los requerimientos del mercado? 

-Son mis gustos, pero también soy consumidor de música y me gusta ofrecer al público elementos diferentes y actuales. Mis primeros discos eran muy latinos, muy tropicales. Luego hubo un giro hacia el pop más guitarrero y, más tarde, a un sonido rock más mexicano que funcionó muy bien. En 2012 probé con un concepto más acústico y clásico, con jazz y bossa nova, y ahora volvemos a un pop muy de ahora porque juntamos los sonidos orgánicos con la electrónica que lo acercan a lo que se escucha en las emisoras de radio internacionales. Y estoy feliz por ofrecer algo actual. 

-En tantos giros, ¿qué hay de márketing y de inquietud artística? 

-El concepto de marketing no es malo. A mí me parece fabuloso el tener un equipo de trabajo detrás diseñando la estrategia que se va a llevar en todos los países e ideando la manera de presentar mi música de forma diferente, innnovadora.  Todas las empresas necesitan el trabajo de marketing y yo, también, claro que sí. Y me encanta aportar ideas al respecto. 

-¿Se siente intimidado un exmúsico de la orquesta Expresiones al compartir escenario con  Rihanna, Christina Aguilera, Miley Cyrus y otras divas? 

-¿Intimidado? No. Cuando ocurre, pienso que voy a conocer una mujer que tiene mucho éxito y que hacer un dueto con ella puede ser para mí una grandísima oportunidad. Comparten profesión. En sus conversaciones habrán encontrado puntos en común. Cada artista tiene su modo de ver la música, hay unos que lo viven más que otros. En cuanto a feeling, mencionaría a Luis Fonsi. Tiene una manera de ver la música y la vida muy parecida a la mía: nos gustan los deportes, la vida sana, la familia, trabajar y hacer discos con la finalidad de que se puedan escuchar en directo.

-Vida sana, familia... ¿para triunfar en el pop ya no hay que tener un discurso rebelde a lo Miley Cyrus? 

-Hay gustos para todo. Miley es una artista a la que admiro. No creo que el éxito que está teniendo sea porque el vídeo que ha hecho esté dando que hablar, sino porque ha lanzado un discazo con una producción espectacular. La niña está haciendo lo que quiere y me parece muy respetable. Con el tiempo seguirá evolucionando. Algunos cantantes, como Mónica Naranjo, han confesado que con su profesión han dejado de cantar bajo la ducha. Y hay otros que no escuchan demasiada música. Yo no. En mi caso, canto mucho en la ducha. Y escucho mucha música. Por ejemplo, a Bruno Mars, Michael Bublé, Beyoncé, Luis Fonsi, Juanes, Alejandro Sanz... y Pink ha hecho un gran disco. 

-Es como el flautista de Hamelín, todos los niños se quieren ir con usted en el programa de La Voz Kids. -El espacio me encanta. Me lo he pasado mucho mejor en La Voz Kids que en la versión adulta. Los niños no van a concursar, sino a jugar. Hay mucha naturalidad, ternura, frescura, realidad, amor, cariño... ¡te los quieres comer a todos! Y hay mucho talento. Me pongo en su lugar, con 8 años... ¡yo estaba jugando! 

-Y ahora, se va a quedar... sin Voz. 

-Dejo el programa por la gira, pero no cierro las puertas a regresar más adelante. Ha sido una experiencia muy bonita. Si lo puedo compaginar con la agenda, volveré.(FUE)