Joseph Cáceres

El malecón de Santo Domingo, en la parte de la Avenida George Washington en los años 30.  La vía más emblemática de la capital y del país, con el perdón de la calle El Conde, que aunque "calle" no se puede comparar con "avenida", la mayoría de las veces,  la misma ha devenido en un bulevar de venta de chucherías y de "búsqueda" de malandrines y de prostitutas. desvirtuando su historia y su abolengo. Aunque el malecón tiene también su parte fatídica, con una cantidad increible de edificios abandonados en el área del denominado Paseo Padre Billini frente a Luis Parrillada. Eso da pena...Pero, es nuestro malecón, más bonito que el de la Habana, que el de ciudad de Panamá y el de Cartagena de Indias, "cuidao' con eso". El malecón dominicano, en esta parte que ven, fue inaugurado el 22 de febrero de 1936, día del natalicio de George Washington. Esas palmeras, entonces jóvenes, son las mismas que todavía están ahí plantadas como mudas testigos, viendo el tiempo pasar como la Puerta de Alcalá en Madrid. Más de ochenta años en que han visto todos los desfiles militares, las comparsas de carnaval, los presidentes, los figureros, los cueros, todo ha pasado por allí...Hasta "la ciruela pasa". ¡Oh, aquellas caminatas de Trujillo a prima noche, con sus acólitos y adláteres cogiendo punta para salir al día siguiente a hacer maldades. Palmeras que lo han aguantado todo...Desde ciclones, guerras,  o que las pinten de cal en blanco, haciéndoles una especie de falda dañina por los químicos. Y ¡oh suplicio!, las clavadas de carteles de propaganda comercial y política, Los cruzacalles de otros tiempos...Servir de poste del tendido eléctrico de la manera más humillante y desconsiderada. En fin, palmeras que el mismo que las sembró vino una vez hace algunos años y se asombró de que estuvieran vivas y paradas. Y fíjense que no es fácil soportar, aguantar, la cultura dañina y depredadora de un dominicano, aunque resulte duro decirlo. ¡Me basta!. Todos saben que estamos diciendo la verdad...¡No las han tumbado, para comerle o vender al palmito, porque estas no tienen!