LA NOTICIA Y SU PESPUNTE

Ante la aprobación, este miércoles, del proyecto de ley que declara al merengue como “Patrimonio Cultural de la República Dominicana”, la reacción de varios exponentes del ritmo no se hizo esperar. La pieza es un proyecto autoría de Victor Sánchez, diputado por la provincia de Azua, y fue aprobada por el Senado con modificaciones en segunda lectura, por lo que ahora retorna a la Cámara Baja para la ponderación de la misma.

Los merengueros, al ser consultados  a través de la vía telelefónica, acogieron de manera favorable la decisión de la Cámara Alta, pero mostraron inconformidad con respecto a la ausencia del tema de la difusión, en la pieza aprobada, principal aspecto del que adolece el cadencioso ritmo, según afirmaron los músicos. 

Kinito Méndez, Jandy Ventura, Peña Suazo valoraron la medida estatal que favorece el reconocimiento del merengue como ritmo oficial, pero coincidieron en que faltan logros importantes como el de hacer cumplir la disposición de difundir el ritmo en la radio y la creación de la “Ley del Merengue”.

Sobre la Ley de Música

Este es un planteamiento autoría del diputado por la provincia de Santo Domingo Este, Manuel Jiménez, quien aseguró que someterá próximamente al congreso.

Jiménez, músico y prolífero cantautor criollo, reveló recientemente que el proyecto tiene la finalidad de orientar el respaldo que debe darle el gobierno a la música criolla referente a la difusión, reproducción y prevalencia.

“Es una idea muy linda, a través de la cual se busca proteger nuestros ritmos nacionales”, apuntó el congresista.

Reacciones

Es un motivo de regocijo para nosotros los merengueros. Esta es la música representativa, que ahora tiene ribete de connotación oficial, pero falta que el Poder Ejecutivo, así como hizo con el cine, cree la “Ley del Merengue”.
Peña Suazo

Personalmente, yo entiendo que no había que someter un proyecto de ley para eso. Creo que el merengue nació con la patria y, por ende, se convierte, no solo en patrimonio cultural, sino en nuestra identidad”.
Jandy Ventura

Este proyecto debió ser aprobado hace tiempo, pues el merengue es nuestra música y es un ritmo al que debemos agradecerle. Donde quiera que se dice República Dominicana es lo mismo que decir la tierra del merengue”.
Kinito Méndez

(De El Caribe)

Muy bien la declaración del merengue como Patrimonio Cultural de la República Dominicana, pero la misma se inscribe en la misma línea de los postulados que se hacen para exaltar nuestra música sin que concretamente  ello favorezca en nada al género.

Desde hace tiempo el merengue viene patinando sobre escalpadas montañas de hielo, más pronunciadas que la de los Alpes suizos, con los merengueros haciendo más  maromas que el mono Buche y la mona Chita en el zoológico, sin alcanzar la meta.

"Que Viva el Merengue", con Jatnna Tavárez, evento que murió  como mismo nació. "Que no Muera el Merengue", con Henry Jiménez, y lo mantienen en "coma inducido". Luego celebran el Día del Merengue con un acto protocolar y social frente al Altar de la Patria, tras el cual todo se olvida, hasta ahora que vuelven de nuevo con una declaración senatorial que al final de cuentas se reduce a lo mismo, pero con yuca.

No faltara quien dirá que somos "antichévere", porque aquí la gente se contenta con un caramelo, o que le brinden un picapollo  con un refresco rojo. Imaginense,  las taras mentales son tan acestrales,  que el que no digiere esos recursos "gastronómicos"  de Tubérculo Gourmet de inmediato es etiquetado a conveniencia.

Al merengue le hace falta más que proclamas y "realitity shows" musicales que no conducen a nada, volvemos a decirlo.

Leyes verdaderas que coadyuven a proteger y a promover nuestros valores, y que los autores y ejecutantes de música se pongan verdaderamente a una para emprender acciones y alcanzar conquistas valiosas para el sector artístico.

Dejar a un lado las fotos de figureo de grupos con una bandera frente a la Puerta del Conde, creyéndose los "padres de la patria".

Vamos "al mambo", al mambo de la acción, del trabajo, de las ideas creativas, para sustentar verdaderamente el merengue como un patrimonio.

Para ello es necesario que algunos se quiten el preservativo que tienen en el cerebro a ver si preñan buenas ideas.