Joseph Cáceres

Pasó el Halloween, Tanskgiving, el Día de Navidad, Los Reyes, La Vieja Belén, el Black Friday, El Día de los Enamorados, (también Día de la Amistad, para ampliarlo más...recuerden que les dije que es una celebración que aunque muy antigua, en la etapa moderna fue potenciada por la empresa de tarjetas de felicitación Hallmark Cards) Ya pasaron los carnavales Los Carnavales,  y ahora viene la Semana Santa, al igual que los demás, con la promoción de un consumismo exagerado y hasta indecente.

Las promociones de habichuela con dulce, las playeras, la de automóviles y carreteras, la de la ropa y los trajes de baño, y la de los pescados, porque el Viernes Santo no se come carne...

De toas la más perversa es la que le han metido a la gente en la cabeza, de que cuando viene la Semana Santa hay que cambiarle las 4 llantas al carro, aunque no estén desgastadas, cambiarle el aceite aunque esté bien, hacerle un chequeo gteneral, cambiando los filtros de aceite, de aire, líquido de la transmisión, la banda y el líquido de los frenos, el coolan del radiador y el agua de limpieza de  los cristales.

Usted pasa el año entero viajando para Santiago, San Juan de la Maguana o La Romana, apenas echándole gasolina al carro sin ningún problema, porque se encuentra al día con el mantenimiento en la fecha o el kilometraje previsto. Pero llega Semana Santa, y hay que cambiarlo todo, aunque no salga de la capital, o se la pase en el hotel Hamaca de Boca Chica.

El caso es que los motivan al consumismo, y  se dejan sacar los chelitos sin necesidad, sólo por obeder un patrón de conducta consumista, para luego decir que se gastaron tanto en las vacaciones de Semana Santa.

Es parte de un borreguismo inducido e impuesto.

Y eso, que todavía no ha arrancado en firme la otra promoción comercial de temporada: ¡La de llegó el verano!.