¡Qué época!

José Lacay

Dondequiera aparece ahora un restaurante, hotel, bar, discoteca, bodega, en el fuselaje de un viejo avión, como parte de los convencionalismos que se usan para atraer a la gente a un ambiente diferente.
En Zurich, Suiza, recuerdo un helicóptero gigante, que era la cabina del disc-jockey en una discoteca, en los tiempos en que La Cabra Veloz organizaba actividades con las orquestas.
En Costa Rica hay un hotel en un Boeing 727 con unas hermosas azafatas que son las encargadas del "servicio a bordo"...¡Guay!.
Pero hay que recordar que en los años ochenta, los maravillosos e inolvidables años ochenta aquí operó un night club en un avión situado en los terrenos detrás del hotel El Embajador, que dan al parque Mirador.
Se llamaba El DC-4, pues era en el fuselaje de un Douglas DC-4.
José Lacay era el encargado de presentar un show coreográfico con bailarinas, y muchos eran los que iban atraídos por el lugar, pero también por las muchachas, que eran muy bonitas.
Incluyendo los periodistas de la época, pues como les he contado, cada uno tenía una novia en los clubes donde se presentaban shows de bailarinas.
De noche veía usted al grupo de periodistas dizque "cubriendo" los shows del DC-4  y del José Night Club en el malecón, pero ¡embuste!, pues esos shows ya estaban cansados de verlos... era esperando a las bailarinas, para que nadie los "tumbara".

Manuel Logroño y Las Panteras, antes de trasladarse a Italia

María Alonzo, la más hermosa bailarina de Las Panteras, que
también era modelo de comerciales.

En estos días, en un encuentro de periodistas en el salón de actividades de la Cervecería Nacional Dominicana, se rememoraban aquellos tiempos  de febril actividad nocturna, donde habían shows con monumentales bailarinas como las de Manuel Logroño y Las Panteras, El Show de Josefina Miniño, Altagracita Peña, Gladys Martínez y sus Bombones, las de Lafuente Night Club, (donde habían chicas extranjeras importadas  desde Miami, y Puerto Rico). El Sexto Sentido, en la zona colonial, José Night Club en una segunda planta en la George Washington. Los de Chiqui Hadad con sus revistas tropicales en los hoteles turísticos...
El ambiente estaba lleno, lleno, lleno de bailarinas y vedettes famosas.
Con gran deleite se recordaban aquellos viejos tiempos, en  que los periodistas iban todas las noches a ver el show, pero era detrás de las bailarinas
Se decía que Napoleón Beras iba detrás de Sarita, que Pedro Araujo iba a buscar a Carmen, Carlos Batista a Sandra, que el Zorro llegaba a buscar a la monumental Lesbia, luego de que María Alonzo se le fuera para Italia,  Carlos T. Martínez a Anita "Bun, Bun, Bun".
Todo iba muy bien, hasta que Jorge Ramos salió con una de las suyas....
-Okey- dijo -cada uno se llevaba una bailarina. Pero, ¿quién se llevaba a José Lacay?.
Sólo se oyó un ¡Llévatelo Cundo!