martes, 27 de enero de 2009
ANECDOTAS DE LA VIDA REAL
LAS COSAS DEl GENERAL
En la segunda mitad del decenio de los años setenta, en la época en que realizaba el programa Arte Nacional en Radio en Radio Cristal, había un personaje muy pintoresco que se denominada El General Cienciólgo.
Se creía general y vestía como tal.
Nadie sabía cómo lo había conseguido, pero el tipo vestía un traje de gala de general y tenía insignias reales, por lo cual se propaló la versión de que había sido un militar de alto rango, que terminó volviendose loco, como sucede con muchos de los veteranos de guerra.
Por sus problemas demenciales ni siquiera las instituciones militares se metían con el para impedir que usara ropa militar, lo cual como se sabe está prohibido a los civiles
''Quién se va a meter con ese maltido loco?'', decía un oficial de la Secretaría de las Fuerzas Armadas.
Por el contrario, en los cuarteles le hacían el juego y lo tenían como un payaso para divertirse con sus ocurrencias.
En la calle, cuando los militares se encontraban con él caminando a pie, al verlo vistiendo de manera impecable como general, le hacían el saludo militar de rigor "por si acaso".
Todo el mundo le seguía la corriente al Cienciólogo, incluyendome a mí, que lo entrevistaba en el programa para que diera a conocer sus "'decretos"', como una manera de entretener a los oyentes.
En una oficina de abogados de la zona colonial, a manera de ''bufeo'' colaboraban también con el General Ciencióloco.
Le redactaban de manera coherente sus decretos y ordenanzas militares, con todos sus "considerando'' y se los imprimían en unas hojas timbradas con el logo de la Secretaría de las Fuerzas Armadas, con lo que aparentaba ser un documento oficial auténtico.
Las cuartillas eran distribuidas entre los transeuntes de la calle El Conde por el mismo General Cienciólogo, y mucha gente se sorprendía de ver a un alto militar distribuyendo panfletos en la calle.
Si en ese tiempo hubiesen existido las "cámaras secretas" de la televisión, la gente hubiera pensado que la estaban "facturando". Cada quien cogía su hoja, y se iban leyéndola con cara de asombro. Quienes ya conocían al general se gozaban sus decretos y resoluciones.
Fue por ello que una vez en que lo entrevistamos en Radio Cristal, como parte de los relajos y bufeos del programa, en el momento en que se marchaba de la emisora el Cienciólogo aprovechó y pasó por el departamento de prensa del Noticiario Cristal, y dejó ''inadvertidamente'' en la mesa de redacción una de sus resoluciones militares y se marchó.
Y saben qué sucedió?, que el redactor de servicio en el noticiario tomó el documento disparatado y loco del Cinciólogo en el que se consignaban los cambios de los jefes de Estado Mayor y redactó una noticia que fue difundida en el Noticiario Cristal.
Hasta un avance le hicieron con "la noticia viva desde el lugar del hecho" creyendo que estaban dando un palo noticioso
Como se trataba de una hoja timbrada en que se había recibido la noticia, precisamente a la hora de cierre, el pobre redactor la creyó válida y le dió curso.
La falsa noticia de los cambios en los estamentos militares creó un revuelo, con el agravante de que en el departamento de prensa de Radio Cristal no sabían como explicar que cometieron un error involutario, provocado por un loco, porque la sola admisión del hecho afectaba la credibilidad del noticiero.
Qué verguenza!, un noticiero que estaba en competencia con Radio Mil Informando y Noti Tiempo.
Eso si, en lo adelante al General Cienciólogo le prohibieron hasta pasar cerca de la emisora. Y, por supuesto, a mí me pidieron que dejara ''el relajito'' de las entrevistas con el personaje, pues atento a relajo se podía interpretar que se deseaba desestabilizar al gobierno....Imaginense, en el gobierno de los doce años del ''doctor''. De casualidad no caímos presos...
En la segunda mitad del decenio de los años setenta, en la época en que realizaba el programa Arte Nacional en Radio en Radio Cristal, había un personaje muy pintoresco que se denominada El General Cienciólgo.
Se creía general y vestía como tal.
Nadie sabía cómo lo había conseguido, pero el tipo vestía un traje de gala de general y tenía insignias reales, por lo cual se propaló la versión de que había sido un militar de alto rango, que terminó volviendose loco, como sucede con muchos de los veteranos de guerra.
Por sus problemas demenciales ni siquiera las instituciones militares se metían con el para impedir que usara ropa militar, lo cual como se sabe está prohibido a los civiles
''Quién se va a meter con ese maltido loco?'', decía un oficial de la Secretaría de las Fuerzas Armadas.
Por el contrario, en los cuarteles le hacían el juego y lo tenían como un payaso para divertirse con sus ocurrencias.
En la calle, cuando los militares se encontraban con él caminando a pie, al verlo vistiendo de manera impecable como general, le hacían el saludo militar de rigor "por si acaso".
Todo el mundo le seguía la corriente al Cienciólogo, incluyendome a mí, que lo entrevistaba en el programa para que diera a conocer sus "'decretos"', como una manera de entretener a los oyentes.
En una oficina de abogados de la zona colonial, a manera de ''bufeo'' colaboraban también con el General Ciencióloco.
Le redactaban de manera coherente sus decretos y ordenanzas militares, con todos sus "considerando'' y se los imprimían en unas hojas timbradas con el logo de la Secretaría de las Fuerzas Armadas, con lo que aparentaba ser un documento oficial auténtico.
Las cuartillas eran distribuidas entre los transeuntes de la calle El Conde por el mismo General Cienciólogo, y mucha gente se sorprendía de ver a un alto militar distribuyendo panfletos en la calle.
Si en ese tiempo hubiesen existido las "cámaras secretas" de la televisión, la gente hubiera pensado que la estaban "facturando". Cada quien cogía su hoja, y se iban leyéndola con cara de asombro. Quienes ya conocían al general se gozaban sus decretos y resoluciones.
Fue por ello que una vez en que lo entrevistamos en Radio Cristal, como parte de los relajos y bufeos del programa, en el momento en que se marchaba de la emisora el Cienciólogo aprovechó y pasó por el departamento de prensa del Noticiario Cristal, y dejó ''inadvertidamente'' en la mesa de redacción una de sus resoluciones militares y se marchó.
Y saben qué sucedió?, que el redactor de servicio en el noticiario tomó el documento disparatado y loco del Cinciólogo en el que se consignaban los cambios de los jefes de Estado Mayor y redactó una noticia que fue difundida en el Noticiario Cristal.
Hasta un avance le hicieron con "la noticia viva desde el lugar del hecho" creyendo que estaban dando un palo noticioso
Como se trataba de una hoja timbrada en que se había recibido la noticia, precisamente a la hora de cierre, el pobre redactor la creyó válida y le dió curso.
La falsa noticia de los cambios en los estamentos militares creó un revuelo, con el agravante de que en el departamento de prensa de Radio Cristal no sabían como explicar que cometieron un error involutario, provocado por un loco, porque la sola admisión del hecho afectaba la credibilidad del noticiero.
Qué verguenza!, un noticiero que estaba en competencia con Radio Mil Informando y Noti Tiempo.
Eso si, en lo adelante al General Cienciólogo le prohibieron hasta pasar cerca de la emisora. Y, por supuesto, a mí me pidieron que dejara ''el relajito'' de las entrevistas con el personaje, pues atento a relajo se podía interpretar que se deseaba desestabilizar al gobierno....Imaginense, en el gobierno de los doce años del ''doctor''. De casualidad no caímos presos...
Ta buena esa zorro me encanto att bruce lee
ResponderEliminarAsi mismo era en lo que te refieres que por casualidad no caíste preso. En el año 1977, empecé a estudiar Secretariado en el Inst. Articiencia ubicado en El Conde esq. Espaillat. Allí estaban ubicados los estudios de Radio RPQ y Radio Unión, en la tercera y cuarta planta respectivamente. Una mañaña salimos corriendo del salón de mecanografía en la cuarta planta al escuchar voces alteradas y ver un grupo de guardias y policías en el pasillo. En ese momento sacaban de la cabina de Radio Unión al locutor Julio Cedeño quien estaba al aire. Lo bajaron a empujones por las escaleras y al llegar a un descanso un policía le dió un culatazo y Julito que era muy delgado, adolorido le gritó desde el suelo: mátame buen abusador. Entonces lo levantaron y otro le dió otro culatazo y le llamó "comunista".
ResponderEliminarLuego nos enteramos que Julio había hecho una crítica al gobierno a través de un comentario entre disco y disco, ni siquiera en un programa de opinión. El director de la emisora era Willy Rodríguez, hoy director de la Z. Lo que ignoraba Julio Cedeño es que el verdadero dueño de la emisora era un hijo de Salvador Lluberes Montás, un general de la época, con fama muy bien ganada. El locutor apareció luego de dos semanas y naturalmente ya no trabajaba en Radio Unión, aunque si creo que luego consiguió algo en Radio Antillas en la calle Mercedes.
Gracias por leer. Susana